La Fiscalía de la Audiencia Nacional de España pidió hoy una pena de dos años de prisión y una multa de 10 millones de euros para el astro brasileño Neymar, acusado de un delito de corrupción entre particulares por haber engañado al fondo que gestionaba sus derechos federativos, cuando fue transferido de Santos a Barcelona.

El delantero «culé», en caso de ser condenado, no iría a prisión, ya que la solicitud se encuentra justo en el límite excarcelable.

En su escrito de acusación, el fiscal José Perals también reclama cinco años de prisión para el ex presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, por corrupción y estafa, y una multa de 8,4 millones de euros para el club, que debe compensar al fondo brasileño DIS, que poseía el 40% de los derechos federativos de Neymar.

Asimismo, solicita dos años de cárcel para el padre y uno para la madre del jugador, y 1,4 millones de euros para la empresa familiar N&N. Al club Santos, la fiscalía le pide 7 millones de euros de multa.

En cambio, el Ministerio Público volvió a reclamar el archivo de la causa contra el actual presidente de la entidad «blaugrana», Josep María Bartomeu, por falta de indicios de delito.
No obstante, el fondo DIS, que interpuso la querella en 2015, pide para Bartomeu 8 años de prisión.

El fondo brasileño, poseedor en ese entonces del 40% de los derechos federativos el jugador, alega haber sufrido un perjuicio económico por el contrato de 40 millones de euros que el Santos y el Barcelona firmaron en 2011 por Neymar, para garantizarse el traspaso del astro al club catalán a partir de 2014, cuando terminaba su contrato con la entidad brasileña.

El club Barcelona adelantó a Neymar 10 millones de euros. Ese acuerdo impidió que otros clubes participaran libremente del mercado de adquisición de derechos federativos del jugador, según la fiscalía.

En 2013, Rosell decidió adelantar la contratación de Neymar, de ahí que el padre del jugador exigió una «prima mayor», y acordó con Santos -a espaldas de DIS- para que recibiera directamente el precio derivado de la transferencia de los derechos federativos.

La investigación reveló que Barcelona simuló contratos para pagar menos a DIS que fueron firmados por Neymar.

La entidad catalana anunció que Neymar le había costado 57.100.000 euros, pero la Fiscalía cifró la transacción en 83.371.000 euros, a los que hay que sumar 13 millones que no se pagaron en impuestos a raíz de la estructura fraudulenta creada para contratarlo.

El club sostuvo que el había pagado 17,1 millones por los derechos al Santos, aunque por ese concepto pagó en realidad 25,1 millones de euros, con lo que DIS debía percibir más de 10 millones, es decir, 3,2 millones más de lo que obtuvo.