Fue 2-0, con goles de Arce y Martins. La ausencia del crack rosarino golpeó fuertemente en el ánimo de Argentina, que jugó mal. Pese a la derrota, el equipo de Bauza está cuarto, en zona de Mundial.

En un día cargado de tensiones y controversias por la sanción a Lionel Messi, la selección de la Argentina, sin su capitán, tuvo un duro examen ante Bolivia, en el estadio Hernando Siles, por la 14ª fecha de las eliminatorias sudamericanas.

Sin Lionel Messi, suspendido por cuatro fechas por la FIFA debido a un insulto a un asistente en el partido ante Chile, el seleccionado argentino perdió 2 a 0 con Bolivia en el estadio Hernando Siles de La Paz, en un encuentro correspondiente a la 14ª fecha de las Eliminatorias sudamericanas. Con esta caída, el combinado nacional volvió a complicar su situación en el camino hacia Rusia 2018.

Las suspensiones de Nicolás Otamendi, Javier Mascherano, Lucas Biglia y Gonzalo Higuaín; las lesiones de Gabriel Mercado y Emmanuel Mas, y la decisión de dar descanso a Sergio Agüero habían llevado a Edgardo Bauza a conformar una alineación bien distinta a la presentada el jueves en el Monumental.

El mazazo de la sanción a Messi, que forzó al ingreso de Ángel Correa, terminaron de dar forma a un equipo bien distinto para la búsqueda de sumar en un terreno complicado por las limitaciones físicas que imponen los 3.600 metros sobre el nivel del mar.

Si el plan de Bauza era que sus jugadores controlaran el balón y lo movieran con criterio para evitar un desgaste excesivo, en el arranque del juego no obtuvo buenos resultados. La pelota fue propiedad exclusiva del elenco dirigido por Mauricio Soria, que con todas sus limitaciones (muchas, por cierto) se plantó en campo contrario y trató de explotar la velocidad de Juan Carlos Arce por la izquierda y Alejandro Chumacero por la derecha.

Así las primeras aproximaciones riesgosas fueron para el local. A los 7 Marcelo Martins le ganó de arriba a Ramiro Funes Mori tras un centro de Arce, pero su cabezazo salió desviado. A los 17 un bombazo de Raúl Castro desde 30 metros obligó a una estirada de Sergio Romero para enviar el balón al córner.

Tras ese arranque tembloroso, la Selección comenzó a hacer pie, con Guido Pizarro y Ever Banega como ejes en el medio y Ángel Di María explotando su velocidad, a veces tan superior a la de sus compañeros que lo dejaba aislado en ataque, incluso dejando atrás a Lucas Pratto.

Un bombazo de Di María, tras una falla de Ronald Raldes en el fondo, un disparo desde afuera de Banega que Carlos Lampe rechazó al córner y un cara a cara de Di María, tras asistencia de Correa, que ganó el arquero boliviano hicieron pensar que el gol estaba al caer del lado argentino.