El Sabalero hizo pata ancha ante un complicado Quilmes. Colón fue sólido en defensa (otra vez con la valla en cero), tuvo en Cotni y Ortiz a sus dos principales figuras y en el mejor momento del Cervecero, con una sutileza de Pereyra y una exquisita definición de Diego Vera se trajo todo para Santa Fe. Así el elenco de Eduardo Domínguez sumó una quinta victoria consecutiva, hecho histórico en primera división. El rojinegro ahora se ilusiona con la Libertadores y la pelea por el campeonato.

Los primeros minutos del partido mostraron un Quilmes más adelantado en el campo de juego producto de la necesidad de tener que buscar el triunfo ante un Colón bien plantado y expectante de aprovechar la velocidad de sus dos delanteros (Nicolás Leguizamón y Diego Vera).

De todos modos con el transcurrir del juego, el elenco rojinegro intentaba cortar el juego en la zona media como para comenzar a equilibrar el desarrollo. Un remate de Rodrigo Contreras a los 9′ fue la primera aproximación del Cervecero. Hasta ese momento al Sabalero le costaba imponer su juego y por eso en el primer cuarto de hora el elenco local dejaba una mejor imagen.

La presión de Quilmes en la zona media hacía que Colón no pudiera administrar el balón con precisión y que las líneas se puedan juntar. Por lo cual los dos puntas quedaban aislados. A los 17′ Maximiliano González casi convierte para el Cervecero con un remate que rozó el travesaño.

No obstante habrá que decir que Jorge Broun no tenía trabajo ya que lo bueno que construía el conjunto local se diluía en los últimos metros ante un Rojinegro que se replegaba con inteligencia. No obstante a los 26′ llegó la más clara para Quilmes con un pelotazo largo, dudó Germán Conti, Andrada picó a sus espaldas salió apresurado Broun y el remate del ex-River se fue por encima del horizontal.

Y a los 33′ una gran contra de Quilmes pudo haber terminado con el tanto del equipo dirigido por Cristian Díaz, pero Contreras no pudo amortiguar el balón y se le fue largo cuando tenía todo para definir ante Jorge Broun. Recién a los 35′ Leguizamón probó con un disparo que Rigamonti atrapó sin problemas.

Sin embargo, cuando el que dominaba era Quilmes, la diferencia respecto al presente de ambos equipos fue decisiva para explicar el gol del Sabalero. Un pelotazo perfecto de Facundo Pereyra por izquierda y un cabezazo implacable de Viruta resolvieron la cuestión cuando se jugaban 38′. Sin merecerlo pero aprovechando la racha positiva Colón estaba arriba en el partido.

En la única llegada clara, Colón usufructuó el tándem de Pereyra y Vera, justamente los dos refuerzos que llegaron para esta temporada y por ello se fue a los vestuarios arriba en el marcador.

El inicio de la etapa complementaria mostró un Colón tranquilo con el resultado y en contrapartida un Quilmes nervioso y ansioso por intentar llegar a la igualdad. Así el cotejo se desarrollaba como lo pretendía el elenco visitante.

Quilmes se adelantaba y el Sabalero aguardaba para meter la mano de nocaut. Está claro que al local le faltaba serenidad para definir y también jerarquía. Y en eso descansaba Colón como para soñar con aumentar el resultado aprovechando el buen momento que atraviesan los de arriba.

Eduardo Domínguez movió el banco de relevos e hizo ingresar a Christian Bernardi en lugar de Leguizamón como para reforzar la zona media y volver al esquema con el que había jugado los últimos partidos.Promediando el segundo tiempo el Sabalero se mostraba bien plantado en defensa y Broun era un espectador de lujo.

A los 25′ Vera desperdició una chance increíble como para sentenciar la historia. Un pase de Pereyra para Bernardi y el ex-Instituto cedió para Viruta que dentro del área chica y frente al arquero remató desviado. Era más fácil hacerlo que errarlo.

Para la parte final del encuentro el entrenador sabalero mandó a la cancha a Fidencio Oviedo en lugar de Pereyra para darle mayor contención a la zona media ante un rival que se jugaba las últimas chances.Más allá de que Quilmes avanzó durante toda la segunda etapa, el triunfo nunca estuvo en duda porque el conjunto local desnudaba toda su impotencia y el Sabalero se mostraba muy aplomado.

Incluso en tiempo de descuento Bernardi estuvo cerca de establecer el segundo pero su remate encontró la humanidad de Rigamonti. De todos modos fue una anécdota ya que no hubo tiempo para más. Colón sin jugar bien y siendo superado por momentos, sobre todo en la primera etapa, supo esperar el momento para asestar el golpe y continuar por la senda ganadora.

Quinto triunfo consecutivo, el cuarto por 1-0 dan muestras de la solidez y practicidad que encontró el equipo para seguir trepando en la tabla y soñar con jugar alguna copa. Los resultados lo avalan, en esta ocasión el juego no acompañó pero aún cuando no hace hace bien los deberes este Colón saca aprobado en los números.