Consciente de sus limitaciones, tras la derrota en Rafaela, Pablo Marini blidó al plantel, se trabajó a puertas cerradas, no se dialogó con la prensa y se definió un planteo que solo se conoció minutos antes del partido, con la sorpresiva inclusión de Magallán, una linea de muchos volantes, con Gamba anulando las posibles subidas de Clemente Rodríguez y Soldano como único artillero.

El Tate sacó ventaja a lo Colón con una pelota detenida, que terminó con el gol en contra de Germán Conti. Después tuvo que apurar el primer cambio con la lesión de Diego Villar.

En el segundo tiempo replegó líneas ante un Colón que fue superior. Cometió muchas faltas aunque no pasó sobresaltos en las pelotas detenidas que administró el paraguayo Torres. Tras el empate del uruguayo Diego Vera, lo aguantó hasta el final y se llevó un empate muy valioso para poner un punto de inflexión. Otra historia comenzará con el debut de Marini como local el próximo domingo ante Arsenal de Sarandí