El famoso “miedo físico” que despertaba un buen equipo titular con poca capacidad de recambio —al menos en calidad para puestos determinantes— se hizo presente en este 2018 para Leo Madelón. Es por eso que ahora, además de un equipo que hace cinco fechas no gana y cae en la tabla, el entrenador se ve obligado a resetear la idea con otros actores de recambio. Primero se cayó Gamba, después Zabala y ahora Damián Martínez: todas lesiones “largas”, de varias fechas, nada de un día para el otro.

Para colmo, en las dos últimas fechas —Colón y San Lorenzo— quedó averiado todo el costado derecho del equipo: ese tándem efectivo de Damián Martínez-Diego Zabala quedará desafectado por varias fechas en el Mundo Unión, por lo que el entrenador está obligado a resetear el equipo para frenar la crisis.

Está más que claro que Unión mostró, en dos partidos picantes y calientes, una gran personalidad. Afloró esa intensidad y carácter para no perder un clásico de local y para no perder con San Lorenzo en la estancia del Nuevo Gasómetro. Pero la pregunta es si con personalidad solamente le alcanzará para ganar un partido que Unión “debe” ganar como sea el lunes contra Temperley.

Está más que “cantado” el ingreso de Brian Rolando Blasi en el fondo en reemplazo de Damián Martínez. El tema es de mitad para arriba, porque parece demasiado corredor y marcador el mismo mediocampo del Bajo Flores Sur. Sirvió para controlar a San Lorenzo… ¿servirá para “abrir” a Temperley el lunes?

No tiene tanto Leo para mirar y resetear pensando en ataque, porque los dos puntas seguirán siendo Franco Soldano junto a Lucas Gamba. Sin dudas, “el jugador” es Rodrigo Gómez.

Está más que claro que al “Droopy” la está costando la vuelta al fútbol argentino, para colmo Unión entró en crisis de juego/efectividad desde que él llegó y siempre le tocó ingresar en momentos adversos.

¿Qué mostró Rodrigo Gómez hasta acá?: muchas ganas, movilidad, despliegue físico y la pegada. Pero está claro que, por ser hincha de Unión y por el momento del equipo, muchas veces lo mata la ansiedad y quiere hacer todo rápido.

Ahora bien, aparece otra pregunta: ¿cómo puede Madelón ayudar para mejorar al “Droopy”?. A priori, la respuesta es una sola: dándole libertades, poniendo respaldo a su espalda y dejándolo cerca de Soldano-Gamba.

Para eso, por primera vez en mucho tiempo, debería cambiar el esquema, abandonar los cuatro volantes en abanico, poner tres en línea y el ex Toluca de México directamente de enganche. Suelto, sin andar corriendo gente por una banda, función que —por lo visto hasta acá— no “siente” o bien no está preparado para hacerlo.

El debate está abierto, incluso en cada rincón del mundo Unión: correr a Mauro Pittón de “8”, Acevedo solito de “5” y Fragapane del otro lado, con “Droopy” de enganche y los dos puntas.

Leo sabe que no puede caer en el mismo embudo de Arsenal y puede que Temperley le venga a jugar igual, cediéndole terreno, pelota e iniciativa, esperando el error para golpearlo de contra en Santa Fe. ¿Se animará Madelón a cambiar el esquema, resetear a Unión y poner a “Droopy” de enganche?.