Colón goleó 3 a 0 este sábado a Olimpo de Bahía Blanca de visitante, en un partido extraño, porque hasta bien entrado el segundo tiempo todo parecía encaminado a un justo 0 a 0, y que terminó con un triunfo contundente del equipo de Eduardo Domínguez.

El primer tiempo fue espantoso, aburrido, mal jugado y, por fortuna para Colón, sin goles, ya que si bien el conjunto santafesino no la pasó mal, sí fue superado por un rival muy limitado, que tuvo llegadas porque aprovecho las ventajas que dio el rojinegro, en unos 45 minutos que fueron de lo peor que se le vio a este equipo.

La situación más clara estuvo en los pies de Tellechea, que quedó mano a mano con Alexander Domínguez pero el arquero, con una notable intervención, desvió el disparo. Luego fue Troyansky el que, queriendo mandar un centro, terminó sacando un tiro que se estrelló en el primer palo.

Por el lado de Colón, nada. Solo un tiro de larga distancia de Guanca en el final de la etapa y que se fue desviado. Nada más, y más de lo mismo: imprecisiones, pocas o ninguna idea, y con pocos argumentos futbolísticos como para aspirar a algo más que una pobre igualdad.


Pero la cosa fue diferente en el complemento. No tanto al principio, pero con el correr de los minutos ambos se fueron animando más y, si bien seguían jugando bastante feo, al menos empezaron a llegar a los arcos y el encuentro cobró más vida.

A los 14’ Alan Ruiz sacó un lindo tiro desde fuera del área que salió muy cerca del travesaño. Y a los 17’ el que apareció fue Toledo, que desde la banda derecha y pisando el área remató al primer palo y el balón dio en el lado externo de la red.

Pero enseguida contestó el local. Primero con Villarruel, que aprovechó un error de Ortíz en un despeje y su tiro se fue desviado; y luego de contra llegó un centro al segundo palo y Tellechea, a la carrera, le dio como venía y el balón se fue por el primer palo.

En ese ida y vuelta el sabalero acertó el pleno y ahí se produjo el quiebre del encuentro. Fue a los 21’ cuando apareció el goleador de Colón: pase en profundidad de Bastía para Correa que ganó en velocidad y, al pisar el área, enganchó hacia adentro para hacer pasar de largo al defensor y sacó un violento disparo para poner el 1 a 0. En su primera chance de gol concreta, el atacante no desaprovechó y castigó.

Ese gol cambió todo, porque Olimpo prácticamente desapareció del campo, el golpe anímico fue letal, y eso le abrió el partido a los de Eduardo Domínguez, que fueron muy inteligentes para aprovechar ese envión y liquidar el pleito de manera contundente.

Para el visitante aparecieron los espacios y empezaron a llegar con más riesgo, sumando situaciones Correa, Chancalay y Estigarribia. Y fue nuevamente Correa quien a los 38’ se anotó en la red: vino un centro bajo desde la izquierda y el delantero apareció entre los defensores locales para empujar el balón al fondo del arco. Y a los 46’, luego de un disparo que tapó el arquero, Bernardi tomó el rebote y “picó” la pelota para marcar el 3 a 0.

Si bien el resultado final puede resultar exagerado para lo ocurrido durante 70 de los 90 minutos de partido, muestra a las claras las realidades de ambos equipos: por un lado Colón, que en este 2018 sigue invicto, con 5 victorias (dos de ellas por la Copa Sudamericana) y dos empates, mientras que Olimpo perdió 8 de los últimos 10 partidos que jugó por la Superliga y está prácticamente condenado al descenso.