Luego de la victoria ante Mali, Diego Lifschitz, DT de Argentina U17, dialogó con la prensa en zona mixta y realizó su balance.

Argentina finalizó su participación en el Mundial U17, que se disputó en nuestro país, con una victoria sobre Mali y una 11ª ubicación final. Un resultado que podrá ser evaluado como bueno, malo, aceptable o insuficiente, dependiendo el parecer de cada uno. En relación a eso, el director técnico de Argentina, al momento de hacer un balance, dejó su opinión: ‘‘Más allá de que a mí como entrenador, y como a todo el mundo, me gusta ganar, lo que me interesa a esta edad que tienen es el crecimiento y el desarrollo de los chicos, tanto con nosotros como con sus respectivos clubes. Y en ese sentido me voy contento porque lo han tenido’’.

El Mundial U17 es desde luego un evento de enorme importancia que permite medirse con los mejores equipos del mundo y sacar conclusiones sobre puntos a trabajar para el futuro: ‘‘Me parece que tenemos que seguir haciendo hincapié en cuestiones técnicas y físicas’’, dijo Lifschitz, y luego agregó: ‘‘En lo físico no solo desde el tamaño y la masa muscular sino desde la forma de movernos, de las cualidades motrices y desde lo técnico. Se está trabajando, pero tenemos que entender que hay más por hacer’’.

La Selección U17 tuvo varias caras nuevas en el Mundial en relación a competiciones anteriores. Al ser consultado sobre el plantel, el Director Técnico señaló: ‘‘Tenemos a los mejores chicos de la camada. Yo como entrenador puedo haberme equivocado y quizás el mejor está en otro lado. No soy infalible. Para mí son los que tenían que estar por actualidad, por futuro y por el progreso que han tenido. Nosotros también evaluamos como llegan los chicos y como progresan’’.

Por último, Lifschitz analizó la posición final del Argentina, que es mucho más lógica de lo que puede parecer, en el Mundial: ‘‘La realidad es que contra los cuatro equipos que perdimos son históricamente mejores que nosotros en el básquetbol formativo. Y no nos olvidemos que en este mundial no estuvo Lituania, no estuvo España y otros países más que tienen gran nivel en menores. No es poca cosa haber clasificado y haber obtenido el puesto 11°’’.

De esta manera, finalizó un Mundial inolvidable en Rosario y Santa Fe. Un evento que nos dio la posibilidad de disfrutar hoy de las estrellas del mañana. Un torneo que más allá de la importancia que tiene no deja de ser formativo. Y no deja de ser un paso más en un proceso. Un proceso del cual aprender para ser mejores en el siguiente paso. Así los 2001 del plantel llegarán mejor preparados para reforzar a los 2000 en el Mundial U19 2019 y los 2002 del plantel llegarán al FIBA Américas U16 2019 con una valiosa experiencia sobre sus espaldas.

Foto: FIBA.