Con Amoroso suspendido y Paredes lesionado, el entrenador rojinegro aún no definió quienes jugarán ante el Decano.

Las especulaciones les ganaron a las certezas en Bella Vista. Al menos hasta la práctica de este viernes por la tarde cuando Omar De Felippe empiece a mostrar sus cartas de cara al cotejo del lunes a las 19 ante Atlético Tucumán.

Todo puede pasar. Salvo Amoroso suspendido y el lesionado Paredes, el DT puede disponer del resto, aunque la situación física endeble de algunos y el flojo rendimiento futbolístico de otros abre un sinfín de combinaciones posibles y acertar los once es casi tan complejo como ganar el Quini.

Hoy hay pocos titulares seguros. En realidad la cabeza del entrenador tiene a varios, pero en ese grupo hay futbolistas que todavía no están en plenitud. Y es ahí donde las especulaciones abundan, y el propio De Felippe debe disuadirse a sí mismo a la hora de definir hasta dónde va a asumir riesgos, en especial con Mauro Formica y Leandro Grimi.

El Gato quiere jugar, eso no admite dudas. Pero físicamente no está al ciento por ciento, otra realidad irrefutable. Y en ese debate está De Felippe. Si no hubiera necesidad de victoria para serenar ánimos, Formica no tendría chances de ser titular. El técnico no asumiría un riesgo de lesión que es posible si lo manda a la cancha más tiempo de lo previsto. Pero la necesidad puede tentar a De Felippe, aunque lo más factible es que no coma la manzana y aguante con el Gato en el banco un partido más.

Con Grimi pasa algo similar. Con Paredes lesionado, Sills cuestionado y Callegari sin experiencia, el ex Racing debería ser número puesto. Pero ya quedó demostrado que cuando se apuró su regreso tras la lesión ligamentaria y una larga inactividad, se lesionó. Y De Felippe no quiere tropezar dos veces con la misma piedra. Claro que ubicar a Sills de dos o mandar a la cancha al juvenil Callegari con escasos minutos en primera puede ser tan riesgoso como darle titularidad a Grimi. Otro debate en la cabeza del entrenador que por ahora no parece tener un ganador claro.

En cuanto a lo táctico, es factible que el equipo tenga una postura más ofensiva en los nombres. Como cada presentación en casa, el entrenador arriesgará un poco más. Y entonces es más probable que Mariano Bíttolo pase de lateral en lugar de Ferroni y aparezca en el mediocampo Joaquín Torres por derecha. Con este ingreso, Fertoli volvería a la izquierda, dejando atrás la incomodidad que le provocó jugar con el perfil cambiado con Godoy Cruz. También podría ingresar Rodolfo Rotondi por izquierda y mantener al Rayo en derecha, una apuesta más riesgosa aunque posible.

Los dos de arriba seguirían siendo Víctor Figueroa y Luis Leal. La salida del Negro sólo sería posible si De Felippe se arriesga y manda a la cancha a Formica, o si apuesta a jugar con dos nueves, situación que se daría si incluye a Alfio Oviedo. Es cierto que el DT pensó en esa postura ofensiva de dos delanteros para algún momento del torneo, pero Oviedo aún está en adaptación y eso lo seguiría dejando en el banco.

Y a pesar del flojo rendimiento del doble cinco, en especial de Hernán Bernardello, el técnico le volvería a dar una chance más. Con el pibe Cacciabue como alternativa si decide dejar afuera a Rivero, ya que la capitanía le da un poco más de protección a Bernardello, al menos por ahora.

Las posibilidades son muchas. Tan complejas como ecuaciones matemáticas digna de Pitágoras, Tales o nuestro Adrián Paenza. Claro que esto no es matemática, y hay cuestiones que no tienen certezas absolutas. Y por eso De Felippe necesita incluir muchas variables a su análisis final. Lo más importante, al fin y al cabo, será sumar de a tres.