Newell’s enfrenta a Atlético Tucumán desde las 13.15 en cancha de Temperley, en busca de superar por primera vez a un equipo de su misma categoría.

El juvenil Gabriel Hachen desvió el sexto penal y Newell’s quedó eliminado por Patronato en Santa Fe. Fue en 2011, en la primera edición de una Copa Argentina a la que pocos le dieron relevancia. Diego Cagna, DT que se fue del Parque sin ganar, confesó que los jugadores decidieron ellos quién patearía. Toda una declaración de principios de la escasa importancia que le dio a ese olvidado cotejo.

Después, la posibilidad de clasificación a la Libertadores y el hecho de sumar un título, convenció a todos de darle relevancia a la Copa. Todos la tomaron en serio, y Newell’s no fue la excepción. Pero ese desinterés inicial pareció ser un maleficio para la Lepra, que año tras año sólo conoce de penurias en este certamen federal.

Apenas suma algunas victorias ante rivales de poca monta como Armenio, Sansinena, Deportivo Rincón, Central Norte y Cadu. Y los golpazos fueron muchos. Llegó a pasar que cualquiera se le animaba a Newell’s en Copa Argentina. Dos veces fue Talleres cuando transitaba ppr torneos federales, otra fue Deportivo Morón, y el año pasado el verdugo fue Godoy Cruz, uno de primera, que le ganó sobre la hora al equipo de Llop jugando con un hombre menos.

Esta vez parece ser distinto. Si bien Newell’s pasó de manera inédita dos rondas ante rivales de categorías muy inferiores, estar en octavos genera expectativa. ¿Será este el año que la Lepra romperá con el maleficio y tendrá chances de pelear el título?

Por lo pronto este sábado deberá derrotar a Atlético Tucumán. Un rival duro, que hace pocos días le propinó un cachetazo por Superliga. Nombres parecidos, aunque De Felippe cambia algunas piezas para ajustar y corregir errores, y Zielinski también modifica nombres, aunque estas variantes tienen más que ver con el cansancio de un equipo que afronta triple competencia.

Hay un incentivo extra por pasar a cuartos. Y no se trata del cheque que recibe el ganador que en el Parque miran con entusiasmo. Si Newell’s gana puede haber Clásico en próxima ronda. Ni más ni menos.

De Felippe no parece jugarse el puesto, pero una victoria le daría oxígeno. Y a esta altura cada bocanada de aire que reciba será bienvenida. La Copa Argentina, ese torneo maldito, lleno de frustraciones, ese que siempre le hizo morder el polvo a la Lepra, y que miró más por TV que dentro de la cancha, esta vez le presenta una chance inmejorable para terminar con tantos años de penas. Ahí está la chance Newell’s, es hoy. Tomelo o dejelo.