La Lepra se sacó de encima una racha desfavorable y con el Pirata De Felippe tocará poco el once.

La clasificación a cuartos de final de Copa Argentina fue una bocanada de oxígeno en el Parque. De Felippe necesitaba un resultado que le permitiera salir de la zona de reclamos de hinchas y evitara la lógica inquisitoria periodística sobre su posible salida; y el plantel también estaba pidiendo a gritos un triunfo que le diera cierta tranquilidad y no llegar al partido con Belgrano por la Superliga con el ánimo en baja.

Todo bien desde lo anímico, pero Newell’s no mejoró lo futbolístico, aunque es cierto que hubo puntos a rescatar, como el hecho de no haber recibido goles, o la mejora en el rendimiento individual de algunos futbolistas como Hernán Bernardello, Iván Piris o Joaquín Torres, sumado al regreso de un siempre rendidor Joel Amoroso.

En ese contexto encara la semana Omar De Felippe. Y la mala noticia es que no podrá contar con Mariano Bíttolo, quien se retiró con una sobrecarga muscular en el isquiotibial derecho. Este lunes fue sometido a un estudio de imágenes y su presencia es improbable.

Ahí tendrá que meter el primer ajuste el técnico, y la lógica indica que el candidato a ingresar es Leonel Ferroni. Cambio cantado.

Y desde afuera, sin entrar en la cabeza del entrenador, es difícil vislumbrar más variantes. Si bien no sería descabellado pensar en modificaciones de nombres en busca de una mejora en la producción ofensiva, o incluso un cambio de dibujo táctico, la realidad es que De Felippe no es amante de tocar mucho el equipo, y mucho menos después de un resultado positivo.

El doble cinco es sin dudas un sector que acumula mayores cuestionamientos externos, pero a pesar de las críticas que recibe casi sistemáticamente Juan Ignacio Sills, o el propio capitán Hernán Bernardello, el DT fue muy claro tras el triunfo por penales ante los tucumanos: “El doble cinco jugó muy bien”. No más que decir.

¿Y el arquero? Poco se supo del porqué de la decisión de De Felippe de incluir a Alan Aguerre por Nelson Ibáñez. Y con el lucimiento del ex Vélez en la serie de penales es factible que se mantenga como titular ante el Pirata.

¿Y Joaquín Torres? Sus electrizantes quince minutos finales ante Atlético obligan a pensar que no puede quedar afuera del equipo, pero en el historial del carrilero zurdo hay muchas muestras de inestabilidad futbolística. Y como por derecha, sector donde Torres se siente cómodo, el terreno está garantizado para Joel Amoroso, lo más probable es que siga en el banco, aunque pasará a ser la primera opción ofensiva del entrenador, y no una pieza de recambio más.

El resto no cambiará, aunque Fontanini siga llenando su libreta de aplazos, Figueroa juegue con intermitencias, y Mauro Formica todavía no pueda salir a la cancha con el tanque lleno.

Alfio Oviedo sigue castigado por su extraña falta de adaptación; Teodoro Paredes aún no se recuperó del desgarro en el sóleo; Y Braian Rivero, uno de los preferidos del DT, colmó la paciencia de De Felippe y ahora deberá esperar en el banco que el técnico vuelva a confiar en él.

Así, una probable formación para visitar a Belgrano el sábado a las 17.45 tendrá a Alan Aguerre; Iván Piris, Stefano Callegari, Fabricio Fontanini y Leonel Ferroni; Joel Amoroso, Juan Sills, Hernán Bernardello y Víctor Figueroa; Mauro Formica y Luis Leal.

Grimi, lejos de volver
La lesión de Mariano Bíttolo forma parte de una situación previsible a partir de la ausencia de pretemporada que tuvo el lateral, algo similar a lo que sucedió con Iván Piris, Teodoro Paredes y Mauro Formica.

La necesidad llevó a De Felippe a darle titularidad antes de lo que el físico lo imponía y una molestia muscular o una lesión formaba parte de las posibilidades, como sucedió con Teo Paredes, con un desgarro en el sóleo.

Por eso De Felippe se muestra preocupado por los minutos en cancha de Mauro Formica, porque todos saben que la exigencia está siendo mayor a la escasa preparación que tuvo y por eso hay riesgos. Aunque el técnico confía en el conocimiento que el Gato tiene sobre su cuerpo y espera que el propio jugador sepa frenar a tiempo si el físico le señala que pare.

Pero hay un caso que preocupa al cuerpo médico y al DT y es Leandro Grimi. El lateral zurdo llegó antes del inicio de la pretemporada y De Felippe lo tenía en mente como segundo zaguero. Incluso lo fue llevando de a poco en la pretemporada para no forzar su físico tras casi un año de parate por una rotura ligamentaria.

Pero en el primer partido formal de 90 minutos, por Copa Santa Fe ante Unión, Grimi se desgarró y todo volvió a foja cero. Otra vez comenzar un proceso de recuperación sin tiempo claro de retorno.

Parecía que ese tiempo iba a ser ahora, pero no fue así. Una sinovitis en la rodilla derecha no le permite entrenar con normalidad y su fecha de alta es incierta. “Nos va a costar mucho ponerlo en cancha”, le confesó a El Hincha una fuente cercana al cuerpo técnico.

Otro que parecía iba a estar a disposición por estos días es Brian Sarmiento, aunque por ahora no hay novedades sobre su posible retorno. La realidad es que el volante sigue con dolor en el tobillo izquierdo que se fracturó en mayo y tiene para varias semanas más por delante.

Con Sarmiento hay un detalle más, que no es menor. Mientras siga lesionado el futbolista seguirá cobrando el contrato que acordó en julio de 2017, pero una vez que tenga el alta la dirigencia le propondrá un vínculo distinto, con rebaja y sin cargo de préstamo.