Argentina jugó bien pero cayó ante Italia y tiene récord de 1-2. Ahora se viene Eslovenia.

En su tercera presentación en el Mundial de vóley, Argentina perdió ante Italia y quedó con récord de 1-2 después de una derrota ante Bélgica y una victoria frente a República Dominicana. La selección arrancó bien pero el local terminó imponiéndose 3-1 con parciales 22-25, 25-15, 25-23 y 28-26 ante 7.500 personas en Florencia. Argentina vuelve a presentarse el lunes ante Eslovenia.

El primer set fue un baldazo de agua para el local, porque Argentina, a partir de un buen saque y defensa a destajo logró quedarse por 25-22 con el parcial. Poglajen fue la figura en un equipo que volvió a contar con Cavanna en el armado y Lima como opuesto; Velasco dejó sentado nuevamente a De Cecco y también a Pepe Luis González.

En el segundo capítulo, Italia salió a jugar con toda la furia. Argentina aguantó hasta el 8-6 pero después comenzó a ceder terreno ante el saque local, la recepción nacional había bajado en efectividad. El poderío resultó demasiado y la Azzurra se lo llevo fácil, 25-15.

Un set para cada lado, el tercero se emparejó. Fue una lucha en la que la Selección no aflojó ni un centímetro y mantuvo el resultado en paridad. Lima le pegaba, Solé bloqueaba, la defensa no dejaba picar la pelota. Zanotti, ingresado por Conte, puso el 21-20 y el 22-21, pero los tanos también sumaban. Hasta que el egipcio Shaaban le cobró una insólita “llevada” a Solé. Era 23-22 para Argentina, pero fue para Italia. Un ace de Zaytsev dejó el 24-22, que pronto se transformó en 25-23.

Argentina sintió el golpe e Italia se adelantó 10-3 en el último chico. Le costó reaccionar pero lo hizo, aunque la diferencia había sido demasiada. Con un saque flotado de López al cubano Juantorena llegó el 23-23 impensado, pero real. Y un error de Lanza en ataque dejó el set ball a favor. Desde allí fue punto a punto hata el match ball a favor de los tanos por un bloqueo de Mazzone a Zanotti. El segundo llegó por un ataque de Zaytsev (hijo de rusos), y luego, con una floja recepción de Poglajen, quedó rubricado el final, 28-26.