El arquero mostró madurez en el análisis sobre la modalidad en que se jugará el Clásico Rosarino. «Acá se toma el fútbol como una cuestión para enojarse y sacarse la bronca. Y no es así», evaluó.

A pesar de sus 25 años habló como uno mucho mayor. Tal es así que hasta ahora no hubo voces más analíticas que la suya. Jeremías Ledesma hizo una radiografía de la realidad que llevó a que el Clásico Rosarino por Copa Argentina se dispute en cancha de Arsenal. El arquero canalla no sólo expresó sus sensaciones tras conocerse la noticia de que se disputará a puerta cerrada, sino que se permitió ir más allá.

Casi sin querer, Ledesma entró en el tema que mantiene en vilo a toda la ciudad: el choque entre canallas y leprosos.
“Es difícil no mirar de reojo el Clásico. Pero es verdad de que primero está Patronato. No puedo mentir y decir que no pienso en Newell’s, pero hay que enfocarse primero en ganar el domingo”, declaró apenas fue consultado sobre el juego que definirá a uno de los semifinalistas de la presente edición de la Copa.

Y al ser consultado sobre qué sensaciones le generó la confirmación de cómo y dónde se disputará, apuntó: “Me da mucha lástima. Es un partido que hubiese sido hermoso jugarlo con gente. Siento que tampoco estamos preparados para hacerlo con gente. Nadie se quiso hacer cargo. Siento además que si en un principio, cuando nosotros le ganamos a Almagro, hubiese estado la fecha, el estadio y la hora no habría tomado la trascendencia que terminó tomando. Ya se iba a saber todo. Pero se hizo una pelota gigante y se terminó de definir la semana anterior a que se juegue. Que uno no lo quería, que el otro sí. Que uno quería jugar en una cancha y el otro en otra”.

E inmediatamente agregó: “Es una locura que el clásico más pasional de la Argentina se juegue sin público. La Copa Argentina, los hinchas de Central, los de Newell’s… ninguno gana. La verdad es que da tristeza, pero hay que reconocer que no estamos preparados para hacerlo”.

-¿Cómo te imaginas que va a ser jugar sin hinchas?

-Prácticamente es como un amistoso. Más allá de que no lo sea se va a sentir así. Con Talleres jugamos con las dos populares llenas y las plateas vacías, más grande que ese pulmón no existe. Pero por lo menos escuchabas a la gente. Ahora no vamos a escuchar nada porque no habrá gente.

-Fuiste fundamental en las dos definiciones de penales que hizo que Central llegara hasta cuartos de final. ¿Ya empezaste a observar a los posibles pateadores de Newell’s por si los noventa terminan en parda?

-(Risas) Falta, pero uno va mirando. Pero por ahora estoy mirando más como patea (Sebastián) Bértoli que (Mauro) Formica. Esa es la realidad.

-Tras lo confirmado por los organizadores los hinchas de los dos clubes se unieron en el fastidio.

-Es que la gente quiere ir a la cancha. Después está la persona que hace disturbios, pero son los menos. No se puede privar a la gente de ir a la cancha. Hay muchas formas de brindar seguridad. Los jugadores tenemos que ser responsables de dar la imagen de qué se puede. Se pudo organizar Rivar-Boca, Belgrano-Talleres y San Martín-Atlético de Tucumán, con mitad de cancha para cada uno. ¿Cómo no se va a poder organizar un Newell’s-Central? Este es uno de los más lindos. Uno pierde y el otro gana y se terminó. Después está la cargada de la semana, pero ya se terminó. Por ahí esta situación que se va a dar ahora podría cambiar las cosas en el futuro. Yo creo que muchos problemas se terminaron desde que no hay más hinchada visitante. No estamos adaptados como sociedad. Acá se toma el fútbol como una cuestión para enojarse, para sacarnos la bronca y no es así. Es una de las cosas más lindas que hay.