El uruguayo Comesaña buscará este domingo coronarse campeón del certamen colombiano con Junior y sería el último partido antes de arreglar su vinculación con Colón.

La semana para los directivos sabaleros fue tan agitada como la vida de Julio Comesaña, este uruguayo de 70 años que tendría todo acordado para convertirse en el sucesor de Eduardo Domínguez.

De hecho la reunión que mantuvo en Brasil horas previas a jugar la revancha de la final de la Copa Sudamericana contra Paranaense, pareciera que tendrá un final feliz para el pueblo rojinegro.

Si algo siempre se le ponderó al estratega es su tranquilidad para manejar los acontecimientos, justamente con dos objetivos importantes en el medio. Uno se le escapó a Junior y el otro pareciera estar al alcance de la mano.

Este domingo el elenco de Barranquilla deberá defender una ventaja de 4-1 frente a Independiente Medellín en el Atanasio Girardot, donde Junior intentará sumar el octavo título en su historia.

“Ganar un nuevo título me daría un poco más de reconocimiento del que ya tengo en Barranquilla. Con el hecho de traerme ocho veces al equipo me están reconociendo que soy importante para el club. Conozco el lugar que tengo en el Junior y en la ciudad y no me preocupo por ser ídolo”, expresó Comesaña horas antes del partido.

Así como tuvo la posibilidad de charlar con el programa Pelota en Continental después de la final perdida con Paranaense, y más allá de que todos gastan a cuenta que la semana próxima se sellará su vínculo con Colón, el propio entrenador le puso paños fríos a la situación en el último contacto tomado con la prensa colombiana.

En este sentido, simplemente se encargó de aclarar que “mi contrato se acaba el 31 de diciembre. A partir de enero comienza un nuevo año y yo seré un desocupado más, ahí veremos qué decisión tomo”.