La licenciada Luisina Fertonani explicó el trabajo que realiza en la especialidad y su experiencia con Romina Imwinkelried.

Uno de los procesos más complejos que tienen los deportistas de alto rendimiento es el aprendizaje adecuado de su alimentación con el objetivo de mejorar su performance.

Luisina Fertonani es Licenciada en Nutrición y Antropometrista (Mat. 1424). Especializada en la nutrición deportiva, desde fines de 2017 se incorporó al grupo de trabajo de la nadadora sanjeronimense Romina Imwinkelried y nos cuenta su experiencia: “Cada deporte es diferente. Yo había hecho deportes en equipo y cuando Romina se contacta conmigo tuve que investigar sobre la disciplina, más que nada el tema de antropometría. Le pedí referencias a Mechi (Mercedes Dumont, Nutricionista) y también me puse a investigar”.

Sobre el trabajo específico que realizó en el comienzo con la nadadora santafesina, Fertonani detalló: “Lo primero que hacemos es realizar un estudio antropométrico midiendo pliegues para sacar masa adiposa; perímetros de distintas partes del cuerpo que ya están estandarizados. A través de un software donde se cargan las mediciones se puede saber la masa muscular, adiposa y ósea; pero también masa residual y piel. Se divide en cinco componentes el cuerpo, pero para el deportista interesa los tres primeros. Entonces ahí hacemos una evaluación para darle el plan alimentario adecuado para llegar a la carrera”.

La profesional hizo hincapié en el proceso que realizan en días de entrenamiento, días de descanso y días de competencia, puntualizando este último: “En el día de competencia hay tres momentos claves: el antes, durante y después. En un deporte individual, como ellos entrenan con diferentes cargas en la semana, hay que ir readaptando las calorías y el consumo de energía. El día previo a la carrera se cambian algunas cosas, también en el antes inmediato que sería el desayuno, luego todo el desarrollo de la competencia y la llegada para recuperar. Nosotros tratamos de manejar tres nutrientes específicos: hidrato de carbono, proteínas y fibra. El hidrato de carbono lo usamos como fuente energética, la proteína como reparadora muscular y la fibra como principal nutriente de vitaminas y minerales que te refuerza o te retrasan lesiones y fatigas. A su vez aportan en la saciedad”.

Sobre la previa de la maratón, la licenciada explicó: “En la cena anterior se disminuye al máximo la fibra, como por ejemplo con verduras cocidas. También es importante disminuir o eliminar las proteínas y consumir hidratos, que dentro de las diferentes variedades se eligen los blancos, como pan blanco o fideos blancos. Como decimos nosotros, ella va a necesitar tener el tanque lleno, pero a la vez el tanque disponible. En el desayuno hay que ir conociendo al paciente. A Romina no le cae mal comer proteínas así que se tomaba una leche o yogurt”.

Por último, contó cómo preparan la alimentación de la competencia y qué comen específicamente: “Para saber lo que va a comer durante la competencia primero se prueba con el nadador. En el caso de Romina empezamos a trabajar dos meses antes de la maratón (edición 2018) y lo que hice fue preguntarle qué estaba acostumbrada a comer y se los fui reubicando en base a momentos estratégicos de la carrera. Hicimos una tirada a fines de diciembre donde probamos algún otro alimento y luego lo fuimos reformando en sus entrenamientos de pileta para ver si ella toleraba otros alimentos. Nunca se prueba durante la competencia. Durante las ocho horas que se prevé, nosotros estandarizamos cantidades para cada hora. Por ejemplo, lo que más se da es hidratos y cafeína, como fuente estratégica de retrasar la fatiga y mantener alerta el sistema nervioso; y proteínas para recuperar el músculo mientras nada. Se prevé 10 gramos de proteínas entre dos y tres horas. Y todo el tiempo se prevé entre 60 a 90 gramos de hidratos de carbono”.