El entrenador de Colón se lamentó por perder el partido, aunque reconoció que no fue por la jugada del final, sino producto de no aprovechar las situaciones que se crearon

«El fútbol es esto. Hicimos un partido excelente en todas las líneas, pero no tuvimos eficacia. Perdimos el partido antes al no marcar tres chances que tuvimos. Pero me voy con la satisfacción plena que, jugando de esta manera, tenemos muchas chances de sumar». Así de sincero fue el entrenador de Colón, Julio Avelino Comesaña, después de la derrota de este sábado ante Lanús 1-0, cuando el partido se exintinguía.

Ante la consulta de los medios, dejó en claro que esta no es de esas caídas que lo golpean: «Hace 50 años que estoy en el fútbol y esta derrota no es tan dolorosa. Lo que me angustia es cuando no se juega bien y los chicos jugaron por encima de nuestras expectativas. Eso lo admito. La realidad es que hay veces que tirás una pelota al arco y hacés el gol con lo que sea. Esta vez no fue así para nosotros. Son cosas que pasan. Pero no me preocupa, sí estaría molesto si jugáramos mal».

«El otro día dije que estábamos lejos, pero después de lo que vi hoy (por este sábado) llegamos a la mitad del camino. Me gustó mucho el equipo», enfatizó sobre el crecimiento que tuvo el equipo en apenas una semana, pese a la derrota ante el Granate.

Pero volviendo al balance del partido en La Fortaleza, argumentó: «Nos costó hacernos de la pelota y Lanús lo aprovechó, sobre todo en el inicio del primer tiempo. Pero no vi nada fuera de lo normal. No pretendo que seamos una máquina durante los 90. Eso sí, antes peleaba mucho con los árbitros, pero me di cuenta que no sé arbitrar y no me voy a poner discutir sobre actuación (por los fallos polémicos de Pablo Dóvalo)».

Asimismo, ponderó las actuaciones de Matías Fritlez y los marcadores, Alex Vigo y Franco Quiroz: «Muy bien jugó Matías, hizo un gran partido, con agresividad y siendo un líder. Ojalá que se recupere ahora (Franco) Zuculini, que es muy valioso para nosotros. Nos tiene que ayudar. Los laterales son brillantes, guapos y con capacidad. Me encantó lo que hicieron los dos».

En el final, insistió en decir que «para mí está por encima de todo cómo juega el equipo. El resultado no me quita el sueño, algo que sí lo haría jugar mal. Este es un fuerte golpe que lo canalizamos por dentro, pero tenemos que saber dar respuestas futbolísticas ante las adversidades. Si ante un error nos echamos a llorar y dramatizamos, mejor quedémonos en casa».