Llevando a cabo un plan metódico y bien ejecutado, Brian Castaño igualó, tras 12 asaltos de acción muy equilibrada, con el cubano Erislandy Lara en Nueva York y retuvo por tercera vez la corona superwelter AMB. En la mejor actuación de su carrera, el bonaerense dejó en claro a la industria del boxeo que puede ser un protagonista de peleas importantes con bolsas millonarias.

Era la noche en la que debía probar si pertenecía a la elite o debía conformarse con seguir en el pelotón perseguidor. Así como en 2013 le tocó vérselas en un ring con el ucranio Sergiy Derevyanchenko, un ex medallista mundialista le sacaba tres kilos y se lo llevó por delante en un mítico enfrentamiento de ese engendro que fue la Serie Mundial AIBA (WSB), mezclando aficionados laureados y noveles profesionales, Brian Castaño no se mancó en su máximo compromiso.

En la tercera defensa del título superwelter regular de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el bonaerense tuvo enfrente al cubano Erislandy Lara, un zurdo de alcance largo y complicado estilo contragolpeador que ya había tenidos dos veces el mismo cinturón. Su experiencia y lo discutido de sus derrotas (ante personajes de la altura del Canelo Álvarez, Paul Williams y Jarret Hurd, en su última presentación) lo ponían como favorito 3-2 ante la cátedra, que no tenía mayores referencias de Castaño en el primer nivel ya que sus cuatro peleas en EE.UU. habían sido en preliminares.

Sin que le pesara el escenario del Barclays Center de Brooklyn, convertido en el Madison Square Garden del siglo XXI como referencia del boxeo neoyorquino, Castaño salió a enfrentarse a su cotizado rival siguiendo un plan bien estructurado: cortarle el ring, trabajarlo abajo para quitarle traslación y elegir las descargas para ir acumulando castigo. En el haber del Boxi, aprovechó la merma de movilidad que exhibió Lara con 35 años muy baqueteados y supo tenerlo en la media y corta distancia en gran parte del combate, imponiendo la zona de pelea que más le convenía. En el debe, algunas lagunas de ataque que no le permitieron cerrar los asaltos de manera más convincente.

Tras 12 asaltos de acción de alta escuela pugilística, pero sin grandes picos de emoción, los jurados no coincidieron en su mirada. Castaño hizo más en lo estadístico ya que superó a Lara en golpes conectados (195-130), golpes de poder (181-103) y eficiencia (23%-16%) pero le faltó un extra a la hora de convencer a los jueces quienes, de manera controversial, coincidieron en darle perdidos los últimos tres rounds. El local Kevin Morgan lo vio ganar al argentino por 115-113, su colega John McKaie le dio la misma ventaja a Lara (tarjeta compartida por prestigiosos sitios online como Boxing Scene y Bad Left Hook), mientras que la polémica Julie Lederman dio 114 iguuales coincidiendo con Planeta Boxing y The Ring).

Más allá que mantuvo su récord invicto (18-0-1, 12 KO sumando las presentaciones en la WSB), Castaño se consolidó como un primera línea planetario y ahora puede soñar con bolsas de millonarias, mucho más que los 200.000 dólares recibidos por esta presentación. En el horizonte se aproxima una revancha con Lara (quedó con un historial de 25-3-3, 14KO), podrá verse las caras nuevamente con el francés Michel Soro –campeón Gold AMB (la nueva denominación que le dio la entidad que rige Gilberto Mendoza al interinato)– o enfrentarse con los excampeones Jermell Charlo o Austin Trout, como el Boxi promovidos en EE.UU. por Premier Boxing Champions, la franquicia que lidera Al Haymon. Su manejador Sebastián Contursi, quien supo esperar que el almanaque le bajara intensidad a Lara, sabrá buscar una opción acertada en lo boxístico y que redunde en varios ceros para el pugilista de Isidro Casanovas.

ERNESTO RODRÍGUEZ III
@EPHECTO