El defensor terminó el partido de ida con un fuerte golpe en la rodilla y por eso se esperará por su evolución; en tanto Schmidt podría llegar en condiciones. No así Fritzler.

Colón tiene día libre tras afrontar este martes el partido de ida de una de las llaves de la 2ª fase de la Copa Sudamericana ante River de Uruguay, con un empate 0-0 que le calzó justo por ser un trámite chato y carente de emociones. Lo rescatable es que no recibió goles y por eso tendrá la oportunidad de salir a buscar la clasificación el próximo martes en el estadio Brigadier López.

Se esperaba que después de tres semanas de trabajo intenso y de reacondicionamiento físico el equipo mostrara algo nuevo, pero estuvo lejos de ser así y por eso quedó un sabor amargo en el público, que otra vez mostró su amor incondicional por los colores. El entrenador Pablo Lavallén fue autocrítico y reconoció que «faltó juego», por lo que se presume que en los próximos días se tratará de apuntalar las falencias que hubo en el mítico Centenario.

Hubo rendimientos muy bajos y contra eso el DT no puede hacer nada, pero la realidad es que está vez hubo una brecha para laburar y los cambios no se dieron. No queda otra que tratar de mostrar rebeldía y algo más de ambición para doblegar a un Darsenero que, con muy poquito, lo complicó.

Por lo pronto se retomarán los entrenamientos este jueves por la mañana en el predio Ciudad Fútbol, donde mucha de la atención estará centrada en la condición física de Emmanuel Olivera, que terminó con una molestia. Todo producto de un golpe en una de sus rodillas que le causaba alguna dificultad para trasladarse.

Habrá que ver si se somete a algún estudio médico o si simplemente es algo menor. Hoy es el mejor defensor del equipo e indiscutido para el técnico sabalero y, de ser necesario, lo esperará hasta el día del juego. Asimismo, se espera saber si finalmente podrá estar en condiciones Damián Schmidt, que tenía todo para ser titular en Montevideo y días antes sintió una dolencia que se lo impidió.

Ante un rival que hace de la pelota parada un culto, con jugadores de talla, el zurdo podría ser un gran aporte, aunque quedará en la determinación que crea más conveniente Lavallén.

Finalmente el otro que no pudo estar fue Matías Fritzler, que se desgarró en la previa. Suena hasta utópico pensar en que pueda retornar a la titularidad por no estar entre los «plazos estipulados» de recuperación. Los famosos 21 días que ya dejaron de ser tales por el progreso en la medicina. Como viene la mano, solo jugará si está a pleno; si no es así el técnico insistirá con Guillermo Celis.

Es prematuro vaticinar si se dará también un cambio de esquema. En Uruguay fue un 4-1-4-1, con Luis Rodríguez muy solo arriba y al que casi no le llegaba la pelota por la falta de claridad en el medio. Quizás exista la chance de mutar al 4-4-2 con el ingreso de Nicolás Leguizamón y resignar a un mediocampista, o simplemente mantener la idea y que la disposición sea otra.

Todos detalles que serán materia de seguimiento en los próximos días hasta que llegue el momento de salir al Brigadier López a copar la parada. Si en Uruguay hubo más de 8.000 simpatizantes, el Cementerio de los Elefantes desde ya lucirá más a pleno. El destino dirá…