Tras recibir la sexta Bota de Oro, el rosarino contó algunas de sus obsesiones en la intimidad del hogar.

Después de recibir la sexta Bota de Oro de su carrera al marcar 36 goles en la pasada temporada con el Barcelona, Lionel Messi le dedicó parte de su tiempo al periódico español Marca, quien se centró en indagar acerca de su vida íntima como su relación con Antonela Roccuzzo, el comportamiento de sus hijos y algunas manías propias de la intimidad del hogar.

En esta nueva entrega del premio se pudo ver un Messi más familiar, en donde sus dos hijos más grandes fueron los protagonistas del evento al darle el trofeo a su padre. Su esposa también subió sobre el cierre. “Siempre que me toca recibir estos premios y reconocimientos ella lo disfruta mucho. Y en esta ocasión fue muy especial porque estaba toda la familia, bueno casi toda porque faltaba Ciro”, aseguró.

Como pocas veces, habló de Antonela: «Tiene muchísimas cosas buenas, cómo se maneja en el día a día, su personalidad, está siempre de buen humor y afronta los problemas de una manera admirable. Es una persona muy inteligente que se desenvuelve muy bien en todos los aspectos de la vida».

En cuanto al día a día dentro de su hogar, Lionel Messi consideró que hay «pocos momentos de relax en casa y con tres niños. Intentamos vivir los momentos y disfrutar cada segundo con los niños, ya sea viendo la tele, jugando o haciendo lo que sea con ellos. Somos de estar mucho en casa y disfrutar de estos momentos».

Y reveló alguna de sus manías: «Tengo muchas. Antes de irme a dormir me gusta dejar preparada la mesa para la mañana siguiente. Y que en el desayuno cada uno esté siempre en su lugar, en el mismo sitio. Y cuando llego a casa sacarme las zapatillas enseguida y si tengo confianza también lo hago en casa de otros. Y luego tengo también otras que prefiero guardármelas».

Además, reconoció que le gusta el mate «caliente y amargo. Antes lo tomaba dulce, pero luego me acostumbre al amargo que es el que tomo». Sobre el asado, aseguró que es «su plato preferido», junto con la milanesa o las pastas, pero que sin embargo, «no soy mucho de asados. Prácticamente no hago, me gusta más acompañar al asador que hacerlo».

«Mis hijos ya entienden lo que significa estar lesionado, normalmente me llaman todo el rato para jugar, para hacer un partido o patear unos tiros, pero ya saben que cuando estoy lesionado no puedo»
Finalmente, también confesó que tiene una debilidad por lo dulce: «Un poco de chocolate, el dulce de leche o los helados. Todo lo que sea dulce me puede. Trato de comer poco, pero me gusta».