Gonzalo Insaurralde, encargado del césped del estadio donde se jugará la final de la Sudamericana, es santafesino ¡y Sabalero! Su historia, cómo estará el campo de juego y un consejo para los hinchas: “Traigan protector solar. ¡Hace un calorazo!”.

Hace tres años, Gonzalo Insaurralde dejó su trabajo como canchero en el estadio de Colón y se mudó a Paraguay seducido -y necesitado- por una oferta laboral. Lo que nunca creyó es la jugada que el destino le tenía preparada: es el custodio del campo de juego en el que este sábado su Sabalero intentará conseguir su primer título internacional, la Copa Sudamericana.

“¡Es una locura! Esas cosas que tiene la vida y el destino. Era impensado poder vivir esto que me toca. Soy de Colón toda la vida, por mi viejo. Yo fui canchero de Colón durante muchos años. Empecé trabajando en el predio y varios meses antes de la Copa América 2011 me llevaron al estadio y ya me quedé ahí hasta 2016, que me vine a Paraguay. Me trajo Daniel Spósito, que es el ingeniero del campo del Nuevo Gasómetro y está asociado con Luis Chiola en la empresa NaturalGreen. Tenemos la cancha de Nacional y el predio donde se entrena el seleccionado, y en Cerro Porteño estamos desde enero de este año, convocados por Roberto Nanni, que es el gerente deportivo”, relata Insaurralde, de 46 años, casado y padre de cuatro hijas “todas del Negro, por supuesto”.

Viaje a Paraguay, con una sola duda
¿Cómo va a estar el terreno? ¿Ventaja para Colón? “Nooo, que la gente de Independiente del Valle se quede tranquila que hay exigencias de Conmebol. Es todo muy profesional. Se hizo un trabajo bastante estricto. Hace menos de un mes, el 10 de octubre, en la Nueva Olla hubo un recital de los Black Eyed Peas y la cancha había quedado bastante deteriorada. Se cerró para que no la use más Cerro Porteño y se trabajó bastante intensivo todo este tiempo. El césped va a estar muy bien, corto, rápido y mojado».

Gonzalo Insaurralde junto a Daniel Spósito y Luis Chiola, socios en la empresa NaturalGreen, en la cancha de Nacional, de la que también cuidan el campo de juego.
Gonzalo Insaurralde junto a Daniel Spósito y Luis Chiola, socios en la empresa NaturalGreen, en la cancha de Nacional, de la que también cuidan el campo de juego.

De hecho, durante la final, Gonzalo no va a poder estar en las tribunas como un hincha más sino que tiene que trabajar. “En el entretiempo vamos a entrar a hacer reparaciones. Así como tengo mucha alegría también me lo tomo con mucha responsabilidad. Es la primera vez se va a jugar una final única y es una oportunidad muy linda para nosotros que se vea nuestro trabajo en todos lados”.

¿Cómo está la Olla para la final?

El santafesino también se volvió una referencia para los miles de coterráneos que van a cruzar hacia Asunción: de forma periódica postea consejos para el viaje. “En Paraguay no pueden creer la cantidad de hinchada que va a mover Colón. Van a venir miles de amigos, familiares y sobrinos. Y yo trato de ayudar: donde alojarse, si hacen falta vacunas, dónde cambiar plata, cuánto sale una cerveza… Pero ojo, en el cruce fronterizo y en el control de la cancha, ¡cero alcohol! Son muy estrictos en hacer cumplir la ley. Y vengan con protector solar, se van a cocinar del calor que hace”.

Casi les toca albergar la final por duplicado… «Nos habían dicho que era una opción mudar la Libertadores a Asunción, a esta cancha, que es completamente nueva a la que conoció Colón en 2012, y de la que se ve bien desde todos lados. Al final se juega en Lima, ¿no? No hubiera habido problemas en albergar dos partidos con tan poca diferencia», asegura.

Por último, reflexiona: “Se dio venir a Paraguay en un momento en que la estaba pasando muy mal desde lo económico, y esta fue una oportunidad laboral que no se podía dejar pasar. No fue nada fácil cambiar de país, a mi edad y con una familia formada, pero arrancamos de nuevo y estamos muy contentos. Por supuesto que se extraña Santa Fe, al resto de la familia, y a mi querido Colón, y a mi estadio, pero seguro alguna vez pegaremos la vuelta. No tengo dudas de que voy a volver a mi querido Colón en algún momento. Y ojalá sea con la Copa Sudamericana entre los brazos”.