El DT sabalero habló en exclusiva con UNO Santa Fe en la primera práctica en cancha de Olimpia y palpitó la final de la Copa Sudamericana con el apoyo multitudinario de fanáticos. ¡Miralo!

«Es muy importante para nosotros. Sabemos que es una final. El club tardó 114 años, así que estamos con esta linda responsabilidad. Sabemos que tenemos que dejar la vida para ganar y darle este título a la gente». Así de directo y contundente fue el entrenador de Colón, Pablo Lavallén, en la previa de la definición de la Copa Sudamericana del próximo sábado, desde las 17.30, ante Independiente del Valle en la Nueva Olla de Asunción.

El DT tomó contacto con la prensa antes de comenzar este jueves por la tarde el primer entrenamiento en cancha de Olimpia, donde estuvo UNO Santa Fe con la cobertura exclusiva y dio su parecer sobre lo que se viene: «Será un partido duro. Ellos vieron como jugamos y nosotros a ellos. Seguro los minutos iniciales serán de estudio. Pero tiene mucho que ver lo emocional también. Es un partido en el que no hay mañana, donde vas a la gloria o no. Trataremos de estar concentrados. Ellos tienen fortalezas y debilidades».

Además, dejó en claro ante la consulta de UNO Santa Fe, que «tener la posibilidad de jugar una final es algo único. Estamos muy bien y contentos. Pensando solo en ganar. El equipo está confirmado. Mañana (por este viernes) haremos algunos movimientos para terminar de darle forma».

Siguiendo por el mismo hilo conductor, ahondo en conceptos sobre el rival: «Es un equipo que juega bien, que intenta salir de abajo prolijo. Son rápidos de mita de cancha hacia arriba y todo gira en torneo a (Cristian) Pellerano. Trataremos de que cuando tengan la pelota no darles facilidades».

En otro tramo de la charla, admitió: «Es complicado disfrutar, porque uno tiene la responsabilidad de diagramar el partido. Como técnico tenemos que darle herramientas a los jugadores, que son los verdaderos protagonistas. Aprovechamos para decirle a la gente que viene que lo haga con cautela para que sea una fiesta. Es un torneo internacional que se verá al mundo y 1ueremos que sea un partido civilizado».

De igual modo, solo tuvo elogios para los simpatizantes: «Es una alegría que entre 35.000 y 40.000 personas vengan a alentarte. Algo que no tiene precedentes. Colón quizás sea el primero en mover esa masa de gente. Es un orgullo a parte que la gente te siga de esta manera».

En el final, exclamó: «Somos todos primerizos y como todos los partos duelen un poquito y esperemos sea con final feliz».