El volante acompañó a sus compañeros en Liniers y se refirió a la lesión que lo marginó de jugar la final de la Copa Sudamericana. «Tengo que salir adelante porque no queda otra», enfatizó.

Pablo Lavallén recibió un mazazo a horas de jugar la final de la Copa Sudamericana con Colón en Asunción. Todo lo que había diagramado con nombres propios se cayó en el último entrenamiento al lesionarse Rodrigo Aliendro, pieza clave en el mediocampo rojinegro.

El volante acompañó a sus compañeros este domingo en Liniers y charló con la prensa respecto a lo que le tocó vivir horas antes del partido decisivo en un certamen internacional.

En el inicio reconoció que «estaba practicando penales, increíblemente me desgarré, lo lamento hasta el día de hoy, lo que pasó ese día no lo puedo creer ni entender».

Y más adelante, apuntó: «Era el partido más importante de mi vida, jamás me desgarré, solamente una vez en Tucumán, eso es lo que me mata, no soy un jugador de lesionarse seguido. Fue una desgracia y me cuesta entenderlo, tengo que salir adelante porque no me queda otra».

Aliendro enfatizó que «en todo momento lo vivía tranquilo, no tenía nervios, ansiedad tampoco, me preguntaba mi familia cómo estaba, lo vivía muy feliz por el nacimiento también de mi hijo, estaba todo dado para que juegue, después no se si lo iba a hacer bien o mal, no le encuentro explicación y no le voy a encontrar nunca a mi lesión».

En otro tramo de la charla cuando debió detallar aquellos momentos posteriores a la frustración que sufrieron contra Independiente del Valle, el ex-jugador de Atlético Tucumán acotó que «en el momento que apoyabas la cabeza en la almohada se te venían a la mente muchas cosas. Si íbamos a penales, me siguen pasando cosas pero tengo que levantar la cabeza, mirar para adelante, en algún momento vamos a tener la posibilidad de sacarnos esa espina y ojalá sea con Colón».

Aliendro puntualizó que «veníamos preparando ese partido, no jugamos antes por la Superliga para que lleguemos descansados. Hicimos pelota parada, ya habíamos trabajado todo y de repente cuando empezamos a ensayar penales, quizás por hacerlo en serio y patear fuerte me sucedió eso, el partido después con lluvia y viento no fue tan claro, mucha bronca y tristeza para hay que seguir».

En la parte final agregó que «cuando salí a la cancha me puse peor al ver tanta gente de Colón, fueron mis familiares menos mi señora porque se quedó con el bebé, se que tenemos buenos jugadores para volver a pensar en llegar a una final. Ahora estoy en la parte final de la recuperación y veremos si puedo llegar a jugar antes de fin de año».