El regreso de Marcos Maidana es un hecho. El próximo 18 de abril, el Chino subirá a un ring y se sentirá nuevamente boxeador, tras su fallido retorno en 2019. Luego del retiro en septiembre de 2014, tras su segunda pelea ante Floyd Mayweather en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, el ex campeón mundial wélter y superwélter amagó seriamente con una vuelta a los cuadriláteros. Esto ocurrió en febrero del año pasado.

“Si peleo voy a tratar de estar bien para quedar bien parado. Si lo hago, lo quiero hacer mejor, no quiero llegar mal y pasar un papelón”, adelantó en una entrevista exclusiva con Infobae, desde Las Vegas, donde se entrenaba fuertemente para concretar el sueño del regreso.

Con Manny Pacquiao, Adrien Broner y Floyd Mayweather en el horizonte, el Chino mostraba que sus ganas estaban intactas. Por eso, en poco más de un mes ya había bajado 20 kilos, quedando a solo diez del objetivo propuesto, con tres meses por delante de trabajo.

Sin embargo, el acuerdo de las tres peleas alcanzado con “Premier Boxing Champions” (PBC), empresa de Al Haymon (63), conocido por ser el representante de Floyd Mayweather, no terminó según lo planeado. El propio Maidana en diálogo con este medio reveló los verdaderos motivos de su “retiro definitivo”.

¿No le dio el físico? ¿Probó con los sparrings y se dio cuenta que no estaba apto físicamente? ¿Se apuraron en hacerle perder 20 kilos en casi dos meses, cuando debió ser al menos en 12 meses? Los rumores que se habían instalado eran muy variados, pero el oriundo de Margarita, Santa Fe, rápidamente los descartó. “Para nada me bajé por un tema físico. En ningún momento hice trabajos con sparrings ni con nadie. No fue por eso”.

Robert García, quien formó parte de su equipo en la primera pelea frente a Floyd Mayweather, sostuvo por aquellos días a Fighthub que fue muy apresurado intentar hacerle bajar 30 kilos en cuatro meses y que lo ideal hubiera sido llevarlo de a poco y prepararlo un año antes de su primera pelea. Sobre esto, Maidana aseguró: “No lo creo así. Los entrenamientos fueron muy buenos, intensos, pero en ningún momento yo me sentí mal físicamente. Lo único que generó que yo no volviera a pelear fue un inconveniente que tuvimos con la empresa con la que firmé los contratos. Eso no me gustó y por eso decidí volver. Nada más. Todo lo demás estuvo bien”.

También negó que haya sido por un tema económico: “Era tentador, pero también lo deportivo era bueno. La verdad es que no me interesó la plata, por eso me volví de Estados Unidos también”.

¿Qué pasaría ahora con su vida? ¿Se terminó el sueño de sus fans de volver a verlo boxear? El propio Chino Maidana respondió las preguntas que surgieron en ese momento y contó de qué se trata “Chino Maidana Promotions”.

“Estamos proyectando representar al boxeo argentino, y también si hay propuestas de afuera, que de hecho ya hemos recibido. Queremos apoyar a boxeadores que quieran estar con nosotros y hacer eventos por todo el país. Buscamos buenos boxeadores, de nivel y que tengan ganas de pelear y llegar a ser grandes. Que tengan mucha disciplina y entrenamiento, y sobre todo que cuenten con talento porque, si no lo tenés, podés tener la disciplina que quieras pero no llegas nunca”.

Entre el 9 de febrero, día en el que anunció el regreso a los cuadriláteros, y el 24 de abril, cuando se bajó tras su arribo de Las Vegas, al mismo tiempo se iba gestando una curiosa propuesta que terminaría por fusionar las ganas del Chino de sentirse boxeador nuevamente con su nuevo proyecto con las jóvenes promesas del boxeo, “Chino Maidana Promotions”. Y uno de los grandes responsables de ello fue Jorge Acero Cali, el tres veces campeón del mundo de kick boxing, quien lo desafió a un combate de puños.

“Cuando se cayó su regreso pensé que con esta pelea podía motivarlo a verlo nuevamente arriba en el ring. La motivación es un hecho muy personal y me imaginé que aún tendría las ganas de volver. Quién no quisiera verlo de nuevo, lo que no me imaginaba era tenerlo en frente”, describe Acero a Infobae.

El Chino primero le pidió pensarlo, luego lo invitó a su cumpleaños y con el correr de las reuniones y las charlas le fue tomando el gusto a su regreso. Finalmente, lo confirmaron.

Con la música de Los Palmeras, así se entrena el Chino Maidana para su pelea contra Acero Cali
“Él quería desarrollar boxeadores de Argentina y yo soy un organizador de eventos desde hace más de 20 años. Juntamos experiencia con mi equipo de trabajo y con una franquicia como Chino Maidana Promotions. Tenemos una doble excusa, primero verlo de nuevo arriba del ring y que eso lo motive nuevamente a pelear, y que esta compañía empiece a desarrollar su promoción de pugilistas y de trabajo con la mayor seriedad posible. Conformamos una buena dupla a nivel deportivo, con él como un gran ídolo, y yo en lo empresarial”.

El Tano Ricci (el manager de boxeo de su empresa de promociones) fue el amigo en común que los presentó. La sorpresa se la llevó Acero Cali cuando fue invitado al cumpleaños número 36 del Chino Maidana, el 17 de julio pasado. Allí se terminó de gestar este ansiado regreso.

“Fue un gesto muy noble y muy personal. Soy una persona familiera y que te invite su casa, con su mujer, la mamá, el papá, la familia hermosa que tiene y sus hijos es muy gratificante. Su primo Pileta, quien hizo mucho en todo esto. Ahí conocí al Chino Maidana de verdad. No al Chino con una cadena de oro colgando, sino al Marcos Maidana de Margarita, el que me abrió los ojos”.

En medio de la celebración, hubo una pulseada que se volvió viral. “Me movieron la mesa, necesito la revancha”, denuncia Acero, quien afirma que toda esa situación generó un entusiasmo en el Chino. “Mirá el quilombo que hiciste”, le dije. “Ahí el Chino encontró en mi a una persona en la que podía confiar para hacer algo y empezamos a caminar juntos”.

“Más allá de ser un gran boxeador, es una persona que está muy limpia, un pibe joven que se preocupa por su futuro y me comentó sus proyectos. Lo sentí sincero y armé una especia de propuesta verbal más que nada. Armé las relaciones que había que armar y a partir de ahí conformamos un vínculo más fuerte y afectivo. El proyecto general es ayudar al boxeo y sacar a los pibes de la calle. Marcos nunca perdió de donde viene y por eso está vigente. La vida de Marcos es de barrio y vuelve al barrio, esos tipos valen mucho como ser”.

Como lo expuso desde un principio el Chino Maidana, el combate será bajo las reglas del boxeo. “Tendrá que ser boxeo, yo no me muevo de ahí. Fue lo que hablamos luego de un par de reuniones. Será adentro del ring de boxeo y solo puños”, adelantó a este medio en abril pasado.

Serán seis rounds de tres minutos cada uno, con un minuto de descanso y bajo reglamentación de boxeo. La pelea no va a estar fiscalizada por la FAB (Federación Argentina de Boxeo), pero sí los combates semifondos. La idea es que estas peleas preliminares sean de carácter oficial e incluso hay tratativas con la AMB en algunos casos, y otras nacionales controladas por la FAB, para que haya títulos en juego.

También hay conversaciones y tratativas con la gente de Golden Boy Promotions, Inc., una de las empresas más importantes dedicada a promocionar peleas de boxeo y cuyo dueño mayorista de la compañía es el ex campeón en seis divisiones Oscar De La Hoya. “The Golden Boy”, como lo apodan al mexicano-estadounidense, cuenta como socios en su compañía con los ex boxeadores Bernard Hopkins, Joseph Ochoa, y Ricky Hatton, entre otros.

Recibimos propuestas desde todos lados, hasta de China, y hay muchos boxeadores de renombre que quieren venir. Todos quieren pelear en la velada del Chino Maidana
“La grilla todavía se está cerrando porque quieren venir boxeadores de renombre, todos quieren pelear en la velada de Marcos. Recibimos propuestas desde Asia para acá, de todos lados. Todos quieren que el Chino vuelva a hacer una actividad en cualquier país. Me llamaron hasta de China y hay posibilidades. Nunca me imaginé tanta repercusión”, admite Acero Cali.

La televisación estará a cargo de la multinacional ESPN, con exclusividad para latinoamérica, y esperan en los próximos días cerrar con otra empresa para la transmisión del evento en los Estados Unidos.