Al rosarino todavía le duele haber quedado afuera del seleccionado para la RWC 2019, pero no se reprocha lo que hizo para tratar de estar.

En la Argentina y en Francia, son días de encierro y de mucha reflexión. Desde París, cumpliendo con la cuarentena junto a su esposa y su hijo, Imhoff dejó en claro que el dolor por no haber estado con el seleccionado en el Mundial que se disputó en Japón todavía persiste.

“¿Quién no se ilusiona con jugar en Los Pumas?
Todos quieren. Es lo más lindo que te puede tocar. La ilusión que tenía y tengo es inmensa. Yo controlo mi juego, mi vida, mi cabeza, pero no la de los demás”, comenzó el rosarino en diálogo con ESPN.

“Uno hace todo para estar, pero son las reglas del juego. Yo no puedo meterme en la cabeza de alguien, ni convencer a alguien que no me quiere tener en su equipo o cree que hay mejores. Y está muy bien”.

Y sumó: “yo me preocupo mucho por mi juego, cuando me acuesto a la noche digo ‘yo hice todo’, no me llegó y no llegó. Estoy feliz por haber hecho las cosas como las hice”.

Además, el ex Duendes aseguró que “sentía que tenía mucho que aportar” en el plantel, apuntando especialmente al debut ante Francia. “Tenía ganas de desafiarme contra los franceses, con los que juego diariamente”.

“Es un dolor muy grande porque quería aportar desde otro lado. Sentía que era inútil, me rompí todo el año para poder estar y no estuve. Creía en ese equipo, en los jugadores y Los Pumas. Lo vimos en casa el partido, conozco a chicos de Francia y me puso contento que les fuera bien, pero me dolió”.

Además, Imhoff se mantuvo en contacto con muchos de los jugadores con quienes compartió plantel en otras oportunidades: “mandé mensajes de apoyo, como que no tenían que reprocharse nada. Es un deporte, un Mundial, los jugadores dejan todo lo que tienen. No fuimos como favoritos ni como el peor”.

El back se sumó en 2011 a Racing, luego de la aventura con Pampas en la Vodacom Cup, y lleva ya nueve temporadas en un conjunto parisino que lo adoptó como un hijo propio: “se terminó creando algo muy fuerte. Cuando tuve que tomar decisiones importantes el club me escuchó y cuando el club tuvo que hacerlo yo escuché, es recíproco”.

¿Y Jaguares? “Es momento que, en Jaguares, los chicos jóvenes hagan lo que yo en Racing: agarren un club, dejen todo y escriban una página. Ojalá pueda estar ayudando desde otro lado, no como jugador, no quiero sacarle la posibilidad a un chico porque iría a competir. Hoy en día le toca a otro joven hacer lo que yo hice en Racing”.

Entrevista: Aplenorugby