La delegación arribó a las 19 (20 hora argentina) a Santa Cruz de la Sierra y media hora después despegó rumbo a La Paz, a donde arribó a las 20.30 locales al aeropuerto El Alto, situado a 4.060 metros sobre el nivel del mar.

El seleccionado argentino llegó este domingo por la noche a La Paz para llevar a cabo un proceso inédito para visitar a su par de Bolivia, ya que pernoctará durante dos noches a 4.000 metros sobre el nivel del mar, una circunstancia que pese a diversos resultados nunca constituyó la habitualidad pero tampoco en el momento presente son factibles otras alternativas para afrontar este compromiso por las eliminatorias mundialistas.

La imposibilidad de viajar a los 4000 metros de altura de Santa Cruz de la Sierra el día anterior y volar hacia La Paz el mismo día del encuentro, a raíz de la pandemia de coronavirus, hizo que el seleccionado argentino tuviera que trasladarse directamente hacia La Paz, donde el próximo martes a las 17 (las 16 de Bolivia), enfrentará al representativo local por, la segunda fecha de eliminatorias sudamericanas.

A partir de esto fue que la organización del viaje les deparó un domingo agitado a los 27 futbolistas que practicaron por la mañana en el predio de Ezeiza, almorzaron, y a las 15.30 remontaron vuelo rumbo a Santa Cruz de la Sierra.

Sí, esa ciudad, la más grande de Bolivia, pero que esta vez solamente ofició de escala para que los dos aviones que trasladaron a la delegación se estacionaran allí y el grupo, encabezado por el presidente de AFA, Claudio Tapia, se subiera todo junto a otro avión de menores dimensiones (de la empresa Amazon).

El que no llegó a treparse a ninguna de las dos naves que salieron desde Ezeiza fue el cordobés Paulo Dybala, que se había quedado fuera del banco de suplentes ya ante Ecuador por una afección gastrointestinal de la que no se recuperó debidamente, por lo que dadas las condiciones que representan subir a tanta altura para un organismo bajo de defensas como el suyo, se prefirió no exponerlo y se quedó en Buenos Aires.

El que en cambio formó parte de los viajeros seleccionados por primera vez fue el arquero Jeremías Ledesma, el ex Rosario Central actualmente en el Cadiz español, que llegó el pasado viernes desde Europa convocado a último momento para reemplazar a su colega Juan Musso, que antes del partido con Ecuador ya retornó a Italia donde inmediatamente fue operado por los médicos de Udinese por un síndrome meniscal originado en el primer entrenamiento del pasado lunes en Ezeiza.

La delegación arribó a las 19 (20 hora argentina) a Santa Cruz de la Sierra y media hora después despegó rumbo a La Paz, a donde arribó a las 20.30 locales al aeropuerto El Alto, situado a 4.060 metros sobre el nivel del mar.

Desde allí un ómnibus trasladó a la delegación hasta el hotel Camino Real (llegó a las 21.50 de Argentina), donde permanecerá hasta el día del partido, y que fue habilitado solamente para el seleccionado argentino, ya que no tiene otros huéspedes para permitir que todos los miembros del grupo puedan ocupar habitaciones de manera individual.

Para habituarse a los cambios que provoca la altura al momento de la exigencia física a partir del juego es que mañana el plantel se entrenará en la cancha de The Strongest, y posteriormente el entrenador, Lionel Scaloni, ofrecerá la habitual conferencia de prensa prepartido.

El «modus operandi» será en definitiva similar a la previa con Ecuador, ya que hoy en Ezeiza, en el último entrenamiento en el llano, el preparador físico Luis Martín activó la parte inicial con labores técnicas y ejercicios con balón, y después de ello Scaloni ensayó movimientos tácticos en espacios reducidos y con algunas consignas como presión y tenencia.

El que no formó parte de ese entrenamiento y realizó tareas diferenciadas fue Marcos Acuña, que según el parte médico que difundió AFA, continúa haciendo labores de campo junto a los kinesiólogos del plantel, luego de la sobrecarga muscular en la pierna izquierda que sufrió en el segundo tiempo del cotejo ante los ecuatorianos.

Su presencia y la del lateral derecho riverplatense Gonzalo Montiel, son las dos dudas que mantiene el técnico para jugar ante el conjunto dirigido por el venezolano César Farías, que reservó jugadores importantes como Alejandro Chumacero y Marcelo Martins Moreno en el cotejo del viernes que perdieron como visitantes con Brasil por 5 a 0, pensando en usufructuar sus presencias con la siempre estimada ayuda de la altura en el partido ante Argentina.

Por lo demás y con esos interrogantes, no habrá variantes respecto del equipo que le ganó al Ecuador de Gustavo Alfaro por 1 a 0 con el gol de tiro penal de Lionel Messi el pasado jueves, aunque dependiendo de quienes los reemplacen, sobre todo al «Huevo» Acuña, lo que sí podría modificarse sería el sistema, aunque cuando de altura se trata, siempre el 4-4-2 es lo más aconsejable.

Franco Armani, Montiel o Juan Foyth (para defender el juego aéreo), Nicolás Otamendi, Lucas Martínez Quarta y Nicolás Tagliafico; Lucas Ocampos, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Acuña o Eduardo Salvio (si juega el volante boquense lo haría por derecha y pasaría Ocampos a la izquierda); Messi y Lautaro Martínez, sería entonces la probable alineación para visitar a Bolivia, la selección que más veces venció a Argentina (siempre en altura) en eliminatorias (en cinco ocasiones, igual que Brasil).

Otro tema que deberá tener en cuenta el cuerpo médico del plantel será el hecho de que los tubos de oxígeno disponibles para los jugadores estarán solamente en los vestuarios, y en caso de que algún futbolista lo necesite durante el juego no podrá ser asistido por esos elementos en el banco de suplentes, ya que será considerado como dóping.

El plantel argentino fue recibido esta noche en la entrada del hotel donde se aloja por aproximadamente un centenar de aficionados bolivianos que intentaron ver bajo una tenue llovizna desde lo más cerca posible a Messi y compañía, que permanecerán 48 horas en La Paz buscando cerrar con otra victoria esta primera ventana de eliminatorias, ya que la segunda se abrirá dentro de un mes (el 12 y 17 de noviembre), con Paraguay en la Bombonera y Perú en Lima.

El retorno de la delegación pospartido partirá al grupo en tres, ya que uno integrado por el cuerpo técnico y restantes miembros del staff volverán en chárter a Buenos Aires, mientras que otro saldrá directo desde Santa Cruz de la Sierra hacia Madrid, integrado por quienes vinieron en ese mismo vuelo desde la capital española (la mayoría de los jugadores), y el tercero (en el que había viajado desde Europa el propio Dybala), más reducido, despegará hacia Barcelona en el avión de Messi.