El defensor de Colón admitió sentirse incómodo en el partido por las cuatro amarillas, pero así y todo fue tajante al decir que todo salió bien. De igual modo, admitió sobre el Clásico: «No me lo quería perder»

«Él decidió y acaté. El ayudante (Gustavo Mamed) me preguntó en la semana si quería jugar y le dije que me gusta estar siempre. Lo importante es que ganamos y no nos hicieron goles». Estas palabras le pertenecen al capitán de Colón, Germán Conti, que fue foco de seguimiento por acumular cuatro amarillas, algo que ponía en jaque su presencia en el Clásico. De todas maneras, pasó la prueba, aunque se lo notó lejos de su mejor versión; quizás por el apremio de no perderse el duelo ante Unión.

«Llegamos bien. Conseguimos tres victorias en fila y sin goles en contra. Ahora hay que demostrarlo en un partido que se juega de otra manera y como siempre iremos ganarlo», apuntó el zaguero. «Sé que no fue mi mejor partido. Me sentí un poco incomodo, esa es la verdad, porque no podía poner la pierna fuerte. Para mí es muy lindo jugar un clásico y no me lo quería perder», agregó.

Respecto a la jugada que generó mucho murmullo, en la que pifia y le queda servida al delantero de Gimnasia, argumentó: «No sé si picó mal o le erré. La tengo que volver a ver. Gracias a dios me salvó Alex (Domínguez, con una doble tapada)».

Volviendo a las suspicacias del comienzo por estar al límite de amarillas, insistió: «Por ser el capitán tengo que estar en todo momento y creo que fue lo mejor. Ahora con el resultado se puede decir que salió bien».

En el final, resaltó el conocimiento que tienen con Guillermo Ortiz, algo positivo para reponerse después de derrotas del comienzo: «Hace dos años que jugamos juntos y sabemos lo que tenemos que hacer».