Actualmente, Rusia ocupa la posición 70 en el ranking de la FIFA, la peor entre las 32 selecciones que participan en su Mundial.
Es también la peor clasificación para un anfitrión de la Copa del Mundo en la historia.
De hecho, el partido que dio el pistoletazo de salida al torneo que comenzó el pasado 14 de junio, en el que enfrentó a los anfitriones contra Arabia Saudita, había sido considerado uno de los partidos inaugurales menos atractivos de la historia.
Al menos la goleada 5-0 hizo desaparecer el pesimismo previo al inicio del Mundial.
Rusia tampoco brilla a nivel de clubes, pero los futbolistas rusos sí dejaron su huella en la historia del fútbol y los mundiales.
Fue de su cantera que surgieron la mayoría de jugadores de la selección de fútbol de la Unión Soviética y es Rusia la que se considera como la heredera oficial de aquel emblemático equipo.
Pero tras la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991, Rusia solo ha logrado la clasificación para tres de las últimas seis Copas del Mundo: la de 1994, la de 2002 y la de 2014. Nunca pasó de la primera ronda.
Fundada en 1922, cinco años después de la Revolución Rusa, la URSS estaba formada por 15 repúblicas, que se extendían desde el Báltico y el Mar Negro hasta el Océano Pacífico.
Además de su poderío territorial, fue una superpotencia en muchos ámbitos, y el deportivo no fue una excepción.
Muestra de la poderosa maquinaria deportiva soviética es que, más de 25 años después de su desaparición, en el medallero histórico de los Juegos Olímpicos, la URSS sigue apareciendo en segundo lugar.
7 gráficos que muestran los deportistas, récords y países que marcaron la historia de las Olimpiadas
En cuanto al fútbol en particular, dos años después de la fundación de la URSS, la selección de fútbol soviética disputaría su primer partido oficial: una victoria por 3-0 ante Turquía.
Los éxitos aún tardarían en llegar, pero llegaron.
Aquella selección estaba compuesta mayoritariamente por jugadores de las repúblicas de Rusia y Ucrania, y logró marcar una época que dejó grandes nombres para la historia del fútbol ruso.
La generación dorada
Entre 1956 y 1960, cuatro años en los que la selección de la URSS logró sus principales hitos: el oro olímpico, coronarse campeona de la primera Eurocopa de la historia y participar por primera vez en un mundial.
Esa histórica selección nos dejó también algunos de los principales nombres del mundo del deporte. Porque hablar de fútbol soviético, y ruso, es hablar de Lev Yashin e Igor Netto.
A Yashin lo apodaban «la araña negra», por su atuendo completamente negro y sus paradas imposibles, como si tuviera varios brazos para desviar el balón. Está considerado el mejor portero de la historia de las Copas del Mundo y, de hecho, el galardón que da FIFA para reconocer al mejor guardameta de un mundial lleva su nombre.
Quién es la «Araña Negra» Lev Yashin, el futbolista homenajeado en el póster oficial del Mundial de Rusia 2018
Al resguardo de la meta del Dinamo de Moscú, donde desarrolló toda su carrera, es también el único arquero que ganó un Balón de Oro, en 1963, galardón que reconoce al mejor jugador de ese año.
Junto a Netto, histórico capitán de la selección soviética y del Spartak de Moscú, condujeron a la URSS al oro olímpico en los Juegos de Melbourne de 1956.
Esas Olimpiadas estuvieron marcadas por boicots y deserciones de varias delegaciones, en protesta por la crisis del Canal de Suez y la represión en la revolución de Hungría.
Con Yashin en la portería y un único tanto del también histórico delantero ruso Anatoliy Ilyin, los soviéticos vencieron 1-0 en la final a Yugoslavia y subieron a lo más alto del podio.
Solo dos años después, la URSS participó por primera vez en una Copa del Mundo.
Fue en Suecia 58. Ese fue el primer Mundial que ganó Brasil, con un joven Pelé en sus filas, y los soviéticos llegaron a cuartos de final, donde fueron eliminados por los locales por 2-0.
ero a los soviéticos aún les quedaba una página de la historia del futbol por escribir.
En 1960 se disputó la primera Eurocopa de la historia, en Francia.
Liderados por Yashin en la portería y el capitán Netto, la URSS logró una remontada histórica en la final de París frente a Yugoslavia.
Los balcánicos se adelantaron con un gol de Milan Galić. Slava Metreveli empató para los soviéticos, obligando a ir a la prórroga.
A siete minutos del final, Viktor Ponedelnik escribió su nombre en la historia del deporte soviético con el segundo y decisivo tanto, gracias al que la URSS levantó el trofeo.
«Hay partidos y goles que son realmente especiales, momentos culminantes dentro de la carrera deportiva de un jugador», comentó el jugador tiempo después.
La mejor clasificación en un Mundial
La selección soviética llegó al Mundial de Chile de 1962 como una de las favoritas, luego de alzarse con la Eurocopa, pero no pudo pasar de los cuartos de final.
Dos años después, en la Eurocopa de España en la que quería revalidar su título, los soviéticos cayeron en la final ante el anfitrión.
En 1966, durante la Copa del Mundo de Inglaterra, la selección soviética logró su mejor clasificación en un mundial: llegó a semifinales donde fue derrotada por la Alemania Federal y quedó cuarta del torneo, luego de caer frente a Portugal en el partido por el tercer puesto.
El declive de los 70
Después de llegar a cuartos de final en el Mundial de México 70, empezó la etapa más negra del fútbol soviético.
La selección no se clasificó ni para el Mundial de Alemania 74 ni para el de Argentina 78.
Especial mención merece lo que ocurrió en la fase de clasificación para la primera de ellas.
La URSS se jugaba su clasificación frente a Chile, en un partido que se tendría que disputar en el estadio Nacional de Santiago, después del empate cosechado en Moscú.
La increíble historia del partido que jugó Chile en la Unión Soviética dos semanas después del golpe de Estado de 1973
Ese partido se disputaría semanas después del golpe de estado de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, tras el que el estadio Nacional se había establecido como un centro clandestino de tortura.
En protesta, los soviéticos se negaron a jugar en esa sede y solicitaron un cambio de lugar, a lo que Chile se negó. Así que los soviéticos no se presentaron y no clasificaron al Mundial.
La URSS tampoco se clasificó para las Eurocopas de Yugoslavia (1976), Italia (1980) y Francia (1984).
El retorno a las competiciones internacionales y disolución
La URSS volvió a un Mundial en 1982, en el torneo disputado en España, donde fueron eliminados en la segunda fase del torneo.
En México 86 llegaron a los octavos de final, y en Italia 90 quedaron eliminados en la primera fase. Esa fue la última participación de la URSS en un Mundial, ya que a partir de 1994 jugaría como la selección rusa.
En la última Eurocopa que disputó, en Alemania 88, la URSS se despidió del torneo logrando el subcampeonato, al caer derrotada frente a Holanda.
Tras la disolución de la URSS, las competiciones internacionales las disputan las selecciones nacionales resultantes de las diversas repúblicas que se desintegraron de la Unión Soviética.
La liga soviética
Aunque la primera liga de fútbol llegó a Rusia a principios del siglo XX, el comienzo de la I Guerra Mundial y la posterior revolución rusa obligaron a suspender el campeonato futbolístico.
Hubo que esperar hasta 1936 para que se disputara el primer partido de la liga soviética.
La liga, dominada por equipos de Moscú, volvió a ser suspendida con la II Guerra Mundial y se reanudó en 1945.
En ella competían los hoy históricos Lokomotiv de Moscú, CSKA de Moscú, el Torpedo de Moscú, Dinamo de Moscú o Dinamo de Kiev, el único que logró títulos europeos en la era soviética, al conquistar dos Recopas de Europa y una Supercopa de Europa.
La particularidad de esa liga es que los equipos no eran profesionales y sus plantillas se componían de trabajadores de los distintos sectores del Estado.
Así, el CSKA estaba formado por miembros del ejército y el Dinamo era el equipo de la policía secreta.
El Lokomotiv estaba ligado a la empresa estatal de ferrocarriles y el Torpedo era el de la compañía automotriz.
También estaba el Spartak Moscú, que llevaba ese nombre en honor a Espartaco y era conocido como el «equipo del pueblo».
Con la disolución de la URSS la mayor parte de estos equipos compiten hoy en día en la liga rusa.
Aunque los equipos rusos suelen estar presentes en los torneos continentales, solo el CSKA y el Zenit de San Petersburgo pudieron ganar títulos europeos: la Copa UEFA lograda en 2005 por el primero y en 2008 por el segundo.