En cancha de Unión, Central sacó chapa y se quedó con el duelo ante el de José Ingenieros. Ahora se vendrá la etapa de una interminable y ansiada previa de lo que será el duelo de cuartos de final.
Hizo lo que tenía que hacer. Es que estaba obligado, por diferencia de categoría y por peso propio. Ganó y confirmó el Clásico. El equipo del Patón Bauza eliminó a Almagro en los penales y ahora enfrentará al rival de toda la vida, justo en el año en que el fixture del torneo local dispuso que este duelo no se juegue.
En cancha de Unión, Central sacó chapa y se quedó con el duelo ante el de José Ingenieros. Ahora se vendrá la etapa de una interminable y ansiada previa de lo que será el duelo de cuartos de final.
El Canalla logró el objetivo y le regaló a los miles de hinchas que viajaron a Santa Fe una alegría gigante. Los simpatizantes se acordaron durante toda la noche de la Lepra y con el final consumado el recuerdo tuvo su punto más alto.
Claro que el juego del equipo otra vez volvió a estar ausente. Y otra vez consiguió lo que fue e buscar por los penales, como ocurrió en la fase pasada cuando dejó en el camino a Talleres.
La primera parte fue aburrida y deslucida. Pero Central contó con una gran efectividad y la primera vez que pateó al arco fue gol. El Canalla volvió a sufrir la falta de juego que arrastra de toda la temporada. Ortigoza, a pesar de que esta vez estuvo acompañado por un cinco clásico, estuvo en zona propia siempre. Así el juego no se presentó por el medio.
¿Y por los costados? Poco también. Solamente una vez Camacho quiso jugar con Ruben, pero la pelota no llegó a destino. Esa fue la única vez que Central intentó generar algo de fútbol. Encima extrañó a Gil, ya que tuvo cuatro tiros libres, todos mal ejecutados por el uruguayo.
El rival trató siempre de presionar alto. Esto hizo que la defensa tuviera que lanzar pelotazos en más de una vez. Y los de arriba no se impusieron casi nunca en la segunda jugada.
La noche recién se alteró con una guapeza de Ruben y la definición del siempre cumplidor Herrera que anticipó en el primer palo y marcó el gol. Claro que la alegría duró poco culpa por el gol de penal de Acosta, luego de una mano involuntaria (y discutible) de Barbieri dentro del área.
Tras el descanso Almagro tuvo el segundo, pero inexplicablemente no lo hizo. A partir de esa jugada los hinchas comenzaron con el tradicional pedido de “factor H” a sus jugadores, pero la efusividad de las tribunas no cambió nada.
La reacción no llegaba y el Tricolor, a fuerza de coraje, estaba más cerca de Ledesma. Los minutos se fueron consumiendo, el rival acusó el desgaste de haber jugado el fin de semana con lluvia y Central se mostró mejor en lo físico.
Bauza intentó con los cambios modificar el juego de su equipo, pero no lo consiguió. Es que el Canalla no ejecutó un tiro franco en todo el complemento y la historia se fue a penales.
Y ahí nuevamente se agigantó la figura de Ledesma y como ante Talleres en la instancia anterior, el arquero decretó el triunfo Canalla y lo que toda una ciudad pedía a gritos: un Clásico en 2018.