El mánager de Vélez, exarquero del Tate, contó los motivos por los cuales no pudo contratar al delantero y reconoció qué le dijo en ese momento.

Franco Soldano fue la gran vedette del mercado de pases en Unión. Fue la principal expectativa de venta que tenía el club, pero finalmente no llegó ninguna oferta que satisfaga a todas las partes y el sunchalense comenzó la Superliga con la rojiblanca, y como mínimo hasta el próximo receso permanecerá en el club.

Uno de los que estuvo muy interesado en contratarlo fue Vélez, e incluso se mencionó que entre los ya habían cerrado el acuerdo, y que solo bastaba el visto bueno del jugador para que se sumara al plantel que dirige técnicamente Gabriel Heinze.

El mismo Soldano, luego del primer partido del campeonato donde marcó el gol de la victoria ante Aldosivi y cuando todavía tenía varias posibilidades de seguir su carrera en otra institución, se refirió a su situación y contó que había mantenido una muy buena charla con Pablo Cavallero, exarquero del Tate y actual mánager del Fortín, quien le había dado consejos de cómo manejarse con respecto a su futura venta.

El exgolero tatengue y de la Selección Argentina habló con Diez en la City, que se emite por FM «X» (103.5), donde dio detalles de esa charla y se refirió a las negociaciones que mantuvo con el jugador para tratarlo de seducir de que se sumara a Vélez.

«Hablamos un par de veces, en dos etapas. En la inicial y sobre el final del mercado de pases donde simplemente le trasladé mi experiencia. Yo jugué en Unión y sé de qué se trata, ya que él tenía la ilusión de jugar en Europa y a veces dar el salto a ese fútbol desde el interior es muy difícil. Sergio Rapisarda, nuestro presidente, tenía todo cerrado de palabra con la gente de Unión, pero al jugador le hacía mucha ilusión la chance de jugar en el exterior, porque es lo que un jugador siempre anhela. Por eso no me puedo despegar de la situación porque uno tiene que tener memoria de algunas cosas», comenzó contando el arquero de la Selección Argentina en el Mundial de Corea-Japón 2002.

Y agregó: «Yo simplemente quería contarle algunas cosas, de las ventajas que tenía venir a Vélez, con el entrenador que tenemos (Gabriel Heinze), con la ciudad deportiva, con un estadio muy lindo, con las campañas y la juventud que tiene el plantel lo iba a llevar a Europa, ya que cuando vienen los secretarios técnicos o manager europeos lo hacen por cuatro o cinco días, llegan con la intención de ver varios partidos y saben que el jugador antes de emigrar pasa por Buenos Aires».

«Le traté de transmitir eso –continuó– de que a veces cuando pensás que sos prioridad para un equipo europeo, ellos tienen apuntados a tres más, pero te hacen sentir que sos el número uno. Y van jugando un poco con las negociaciones, o te usan para bajarle el precio a otro delantero. Por eso le quise poner en claro con qué escenario se estaba encontrando».

Mientras que luego se metió de lleno en lo que le iba a aportar el Fortín a su carrera, e indicó: «Vélez lo quería, iba a ser un esfuerzo muy, muy grande para comprarlo, pagarle lo que quería por su contrato, y darle la camiseta del equipo que en los últimos años vendió más de 40 jugadores a Europa y en precios altos, por eso le quería marcar todos los pro, ya que los contra no había ninguno».

Y dio una visión muy particular sobre cómo actúan los clubes europeos a la hora de comprar jugadores y explicó: «A veces cuando te encontrás que se empieza a manosear mucho el nombre de un jugador y que te empiezan a decir esperá es porque no te van a comprar. El europeo viene y te compra, no tarda más de una semana, si lo hace es para bajar un poco el precio, pero no te dan vueltas. Él pecó por creerle a la gente que le estaba diciendo que ya venían y terminó jugando en Unión, con las condiciones que tiene va a ir a Europa, pero el riego que corre es grande, porque va a tener un año más, con otra temporada más encima y si no tenés la suerte de meter goles se complica».

Mientras que en la parte final, Cavallero explicó: «Soldano demoró pensando en la oferta que tenía de la Segunda División de Inglaterra, donde lo fueron demorando porque estoy seguro que era una de las opciones. Si hubiese sido la primera opción lo cerraban. Pero pasa en todas las negociaciones, y lo digo por experiencia. Al Espanyol fui como tercera opción ya que se habían caído las dos primeras. Con Vélez intentamos hasta último momento, es una lástima, pero las puertas del club siempre estarán abiertas para el jugador».