El tucumano dejó el interrogante abierto sobre su continuidad en Colón, como lo había hecho en Asunción tras la final de la Sudamericana.
Luis Miguel Rodríguez volvió a dar la cara luego del trago amargo que significó una noche para el olvido que vivió en Asunción en la final de la Copa Sudamericana. Ante Estudiantes convirtió dos goles y luego asistió a Braian Galván para la sufrida y necesaria victoria por 3-2 en el Brigadier López.
Luego del partido, y tras haber abandonado la cancha antes de tiempo con claros signos de dolor, cuando se le preguntó cómo tenía el tobillo izquierdo, que le impidió jugar en plenitud la final de la Sudamericana, contestó: «Bien, es el empeine en una jugada en el primer tiempo, un central me bajó el pie y me terminó golpeando. Me haré una placa porque está inflamado pero por suerte pude terminar jugando, el doctor me dijo que es bueno y que quizás no sea nada.
Estoy tranquilo, siempre termino con un golpe, no puedo terminar un partido entero, es parte del fútbol y hay que seguir».
Sobre la importancia de la victoria, destacó: «Nosotros venimos necesitando estas victorias, más cuando son ajustadas y sufridas ya que se hace fuerte el equipo. Sumar de a tres es muy importante por la pelea que tenemos».
Para luego agregar: «Estamos pensando en la tabla de arriba para volver a clasificar a un certamen internacional, este es el camino, hay que seguir sumando de a tres, nos estamos haciendo fuertes de local, salvo los partidos ante Atlético Tucumán y Patronato, pero ahora tenemos que mejorar de visitante para buscar la clasificación a un torneo internacional».
En la parte final, cuando se lo consultó por su continuidad, expresó: «Veremos quedan tres partidos, queremos terminar los tres partidos, tengo contrato, iremos conversando, pero quiero estar a disposición en estos tres partidos, ojalá que al equipo le vaya bien para engrosar el promedio y luego clasificar a un certamen internacional».