Luego de sellar en Glasgow el pasaje a la final, el correntino sueña con ser citado para jugar contra Croacia; «la Davis es lo que más deseamos todos los que queremos este deporte», dice.
Tentado de risa, aliviado y orgulloso tras lograr frente a Gran Bretaña el punto decisivo de la clasificación argentina para la final por la Copa Davis , Leonardo Mayer recurrió a su inseparable humor para describir su futuro inmediato. «¿Si voy a Asia? No. Ahora tengo que sacar los remos y el bote, a remar. Me voy a los challengers de Sudamérica para tratar de sacar puntos», le comentó el Yacaré a la nacion, antes de dejar Glasgow.
Esta temporada, una lesión en el hombro derecho lo frustró, le provocó un sinfín de problemas deportivos y anímicos, perdió muchísimos escalones en el ranking y no se clasificó para los Juegos Olímpicos de Río. Ya recuperado, no le quedó otra que oxigenarse, tomar impulso y empezar, prácticamente, de nuevo. Volver al Challenger Tour -la segunda categoría del tenis- no es algo liviano para alguien que se había acostumbrado a jugar en los mejores certámenes del circuito. El correntino, sin embargo, le pone buena onda a su condición, la acepta y la asume. Será una de las atracciones de la Copa FILA, el challenger que se desarrollará sobre sobre polvo de ladrillo, con 50.000 dólares en premios, en el club El Abierto (ex El Clú, en Saavedra), a partir de pasado mañana. Luego, y hasta viajar a Zagreb para la final por la Copa Davis, Mayer prolongará su gira en torneos de la misma categoría en Santiago, Lima, Guayaquil y Brescia, pero ya sobre superficie dura y bajo techo, como en Croacia.
«En el tenis las cosas pasan rápido, sobre todo lo bueno. Lo malo te dura mucho, pero lo que pasó en Glasgow fue hermoso. El domingo de la serie se festejó, el lunes nos tomamos un avión y al otro día se volvió a la vida normal. Todo gira, nada se queda quieto. Cuando sos parte de algo tan fuerte tenés que tratar de recordarlo, pero se pasa rápido siempre. Ahora ya estoy con la cabeza en este challenger y ojalá lo gane. Obviamente, se piensa en la final de la Davis; ojalá me llamen, sería importante. Pero me queda un mes y medio de torneos de mi calendario, en los que tengo que ganar muchos puntos para el ranking», explicó, con sencillez, el tenista que le ganó el último punto de las semifinales de la Davis al británico Daniel Evans.
Mayer se desconectó del tenis durante varios días. Se dedicó de lleno a su mujer, Milagros, que dará a luz a un varón en enero próximo. Se fue a pescar varias veces. Y recién volvió a ver las imágenes del encuentro con Evans hace unos días. «Lo vi casi todo. Creo que fue un gran partido, por la manera en la que resolví la presión», contó el actual 128º del mundo». «Saqué bien, además; eso hizo que ganara. No analicé mucho el juego, sino lo que pasó alrededor, en el ambiente. Después del video, fui a pescar y me fue mal, porque llovió y me mojé como loco», rió.
Ivo Karlovic, que no juega para su país desde 2012 por estar enfrentado con la federación croata, volverá al equipo. La cirugía de rodilla a la que se sometió Borna Coric -habitual single 2 del conjunto balcánico-, aceleró el proceso de seducción al gigante de poderoso saque. «Creo que no les quedaba otra. Creo que si no tenían a Karlovic el equipo de ellos bajaba mucho el nivel. Es un cambio que les conviene, si bien las dos son piezas duras», aportó Mayer. ¿Cómo se le gana a Karlovic? «Poniéndose un casco, agarrando un escudo y devolviendo el saque como puedas… Después, hay que tratar que nunca te quiebre y sacarle algún game. Me gusta mucho jugar la Davis, levanto mucho el nivel. Todos los meses malos que tuve no los recupero más; ya está, ahora tengo que mirar hacia adelante. Y en la Davis, con todos los chicos, me siento muy bien», añadió el Yacaré, que ostenta una racha de diez triunfos consecutivos en singles en la Copa.
Mayer, de 29 años, tendrá la oportunidad de protagonizar su primera final por la Ensaladera. Las últimas dos definiciones de la Argentina -ante España en 2008 y 2011- las observó por televisión. «Justo tocaron épocas de mis vacaciones, haciendo otras cosas en Corrientes. Ojalá ahora me toque vivirlo desde dentro. La gente se enganchó muchísimo con lo que pasó en Glasgow y volvió a engancharse mucho con el tenis; eso es bueno para el crecimiento del deporte. Ojalá consigamos la Davis; es lo que más deseamos todos los que queremos este deporte», deseó el correntino.