La Argentina ya hizo oficial sus candidaturas para dos torneos ecuménicos y sueña con organizar otros megaeventos deportivos.
2023: el básquetbol pretende su tercer Mundial en el país
«Queremos una candidatura firme, austera, sustentable y realizable. Si ponemos el mejor esfuerzo todas las partes, podemos hacer una propuesta competitiva», confió Federico Susbielles, el presidente de la CABB, a LA NACION. Argentina competiría contra Serbia (una potencia en este deporte) e Israel, pero los rivales serían oficializados en la primera semana de noviembre. La elección final será a fines de 2017. Por ahora hay 14 posibles ciudades sede en el país; el mínimo exigido por FIBA es de cuatro. La entidad mundial requiere 25 millones de dólares como canon por los derechos de televisación y globales del certamen; a España 2014 le pidió 8.000.000 euros. En el último mundial se gastó, además, 80.000.000 en infraestructura -se construyó un solo estadio- y entre las seis urbes que recibieron el torneo pagaron 72.000.000 (12.000.000 cada una). Además, España desembolsó otros 36,2 millones en otros gastos y totalizó 188,2 millones, pero recibió 209.000.000 en publicidad, derechos comerciales, entradas y hospitalidad.
2023: Los Juegos Panamericanos, chance a ciegas
Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), afirmó que la Buenos Aires podría ser la próxima sede en los Juegos Panamericanos 2023. La elección de la sede debe concretarse en 2017, un año antes de que se constate que los porteños lleven a cabo exitosamente los Juegos Olímpicos de la Juventud, en 2018. Ciudades como Santiago de Chile, San Juan de Puerto Rico o Medellín también mostraron interés por la sede. La inversión que Toronto realizó para organizar los Panamericanos de 2015 fue de 1900 millones de dólares, cuatro veces y media más que los 420 millones de los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Queda por evaluar el auténtico beneficio de su organización. Luego de los Juegos de 2018, 3,5 hectáreas serán destinadas a viviendas para créditos blandos. Otras 20 tendrán como destino el desarrollo inmobiliario privado. Para los Juegos de 2018, las autoridades subrayaron que se harían viviendas sociales. Poco después, también informaron que se sumaría un negocio inmobiliario privado con las otras 20 hectáreas.
2027: la Copa que entusiasma a la World Rugby
Todo comenzó en mayo de 2016, en una primera reunión con el presidente Mauricio Macri. Fue poco tiempo antes de que Agustín Pichot asumiera como vicepresidente de la World Rugby . El presidente Bill Beaumont quedó complacido por lo que vivió el sábado pasado en la cancha de Vélez, cuando los Pumas recibieron a los All Blacks -el objetivc era convencerlo de que puede organizarse aquí una cita de semejante envergadura-, y se avanzó de lleno en la idea. La próxima Copa del Mundo se va a jugar en Japón en el 2019. El Mundial de 2023 tiene varias sedes en disputa: Francia, Irlanda y Sudáfrica. Recién el año próximo se abrirá el proceso de inscripción de sedes para el 2027 y allí se postulará la Argentina. «A nivel infraestructura, hoy el país no está en condiciones de organizar un Mundial», decía Pichot en mayo. Pero la gran cantidad de estadios en el país, sobre todo de fútbol, facilitan la diagramación del certamen. A Inglaterra, la Copa del Mundo de 2015 le costó 85 millones de libras (unos 105 millones de dólares) en infraestructura.
2028: Los JJOO, una candidatura todavía distante
«Los Juegos de Buenos Aires 2028 son una posibilidad cierta», afirmó Gerardo Werthein , presidente del COA. ¿Lo son? El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el presidente Mauricio Macri se sumaron al deseo del presidente del COA. «Se puede encarar», opinó Macri, quien a su vez subrayó la necesidad de llevar a cabo un proyecto «austero». Tras la experiencia de Río 2016, que al menos invirtió 11.600 millones de dólares, y la certeza de que el 32% de los argentinos son pobres, las chances de que Buenos Aires organice unos Juegos Olímpicos parecen más lejanas. «Tenemos que creernos que somos capaces de organizarlos, pero hay que medir si son convenientes», opina el secretario de Deporte de la Nación, Carlos Mac Allister. «La pobreza hay que atenderla pero no detener el desarrollo». Los sectores que impulsan los megaeventos deportivos suelen prometer grandes beneficios para la sociedad, pero a su vez, esconden cambios en la fisonomía de la ciudad que suelen favorecer sólo a un grupo reducido.
2030: Un torneo que no tiene contra en el planeta fútbol
La precandidatura de Argentina y Uruguay a la organización del Mundial del Centenario, en 2030, se instaló una década atrás; desde entonces recibió fuertes respaldos institucionales y casi ningún rechazo. Cinco años atrás, en agosto de 2011, los entonces presidentes Cristina Kirchner y José Mujica hablaron de crear una comisión binacional para promover la candidatura; en enero pasado, los actuales mandatarios Mauricio Macri y Tabaré Vázquez reafirmaron el compromiso: «Hemos decidido comprometernos a candidatearnos juntos» dijo entonces el presidente argentino. La Conmebol apoya el proyecto y el titular de laFIFA,Gianni Infantino , dijo este año en Montevideo que «personalmente» es proclive a la idea, que parece gozar además de amplia consideración en el mundo FIFA: como rival de la candidatura rioplatense, por el momento solo asoma Indonesia. Aunque no hubo balances oficiales, el Mundial de 1978 le costó a la Argentina diez veces más de lo presupuestado; la pasada Copa del Mundo de 2014 le salió más de 13 mil millones de dólares a Brasil .