El presente de ambos equipos es absolutamente disímil. Colón llega a este partido invicto, producto de tres triunfos y dos empates, mientras que Vélez lo hace en medio de una crisis que se llevó puesto a un ídolo de la casa como Christian Bassedas, quien renunció a la dirección técnica producto de los malos resultados y la reprobación de los hinchas.
El Fortín suma en este torneo cuatro caídas y apenas un triunfo en la 2ª fecha ante Rosario Central, pero en los últimos dos compromisos fue goleado por Racing y River, respectivamente, por 3-0. Por ese motivo, la dirigencia velezana tuvo que ir a buscar a Omar De Felippe quien justamente debutará ante el conjunto sabalero.
Uno llega con la confianza por las nubes, sabiendo de todas maneras que debe mejorar para seguir por esta senda, y el otro tratando de buscar la manera de salir en base a la motivación que le pueda inculcar el nuevo cuerpo técnico para detener esta caída pronunciada. Si fuera cualquier otro deporte con semejante presente, la lógica daría por descontado un triunfo del conjunto rojinegro, pero particularmente en el fútbol nada puede decretarse antes de que se desarrollen los acontecimientos.
A priori las diferencias son muy grandes, pero las mismas deberán plasmarse en el campo de juego y se sabe que habitualmente cuando llega un nuevo técnico los estados de ánimo se modifican y todos los jugadores renuevan sus expectativas de poder ganarse un lugar.
De eso indudablemente intentará aferrarse el plantel velezano para afrontar el compromiso de esta tarde. Al muy mal presente que atraviesa, hay que mencionar la baja de su goleador Mariano Pavone (lesión muscular) para reflejar de manera muy certera que por el lado de Liniers la mano está muy complicada y adversa.
Pero Paolo Montero y sus dirigidos de ninguna manera podrán confiarse de este contexto, dado que por lo evidenciado en estas cinco fechas al Sabalero no le sobra nada. Todos coinciden en que tiene más puntos de los que merece, ya que en algunos partidos la suerte estuvo de su lado y pudo salir indemne.
De todas maneras no se puede abusar de la diosa fortuna y por ello tendrá que corregir algunos aspectos sobre todo en materia ofensiva para traerse a Santa Fe un resultado positivo. La ausencia de Ismael Blanco por una lumbalgia supone una baja importante para el equipo, dado que es el goleador de Colón con dos tantos y además un futbolista de experiencia y oficio que sabe moverse de espaldas, aguantar el balón y además tiene un respetable juego aéreo.
Por algo Montero lo puso como titular en todos los partidos más allá de ser uno de los últimos futbolistas en sumarse al plantel a poco de arrancar el certamen. Respecto a características podría decirse que el más parecido para asumir ese rol es Tomás Sandoval con muy pocos minutos en Primera División y apenas 17 años. Cuando jugó demostró condiciones pero en caso de hacerlo será su primera vez como titular con todo lo que eso conlleva.
Si bien el entrenador no confirmó al equipo, este viernes en la última práctica previo al viaje a Capital Federal, el joven surgido de las divisiones inferiores de Colón volvió a estar en la formación titular, lo que implica que tiene muchas chances de estar desde el arranque. La otra opción que manejaba Montero era la de incluir a Christian Bernardi.
La línea de tres respondió ante Defensa y Justicia y es por eso que Montero vuelve a insistir con este esquema aún jugando como visitante. Y está bien que así sea dado que si pretende encontrar una identidad y una línea de juego lo aconsejable es mantener un sistema y darle rodaje para convencer a los futbolistas.
En este objetivo planteado antes de comenzar el torneo de sumar para salir de una situación incómoda, el equipo viene respondiendo al pie de la letra. La eficacia es irreprochable y cuando no se puede ganar no hay que perder. El libreto está bien aprendido y este sábado en el José Amalfitani Colón tendrá una nueva prueba que como todas en este campeonato tan parejo será complicada para resolver de modo favorable.
Pero el rival que tendrá enfrente y el presente que atraviesa Colón hacen que esté lejos de ser imposible conseguir los tres puntos. Si a la actitud y la entrega demostrada en los cinco partidos, le añade volumen de juego y claridad en los últimos metros, la victoria estará al alcance de sus manos.
En este caso no podrá repetir la formación que viene de ganarle a Defensa y Justicia por el imprevisto surgido con el Sungui Blanco que no estaba en los planes de nadie, pero es obvio que será una prueba para sus compañeros poder jugar sin su delantero más preponderante como resultó hasta acá.
La presión que tendrá Vélez al jugar ante su público y con la presión de obtener un buen resultado puede llegar a incidir en el trámite de juego. Se sabe que Colón se siente cómodo esperando y saliendo de contra y por allí el local le puede facilitar el plan de juego.