Armando Pérez ya tuvo algunas reuniones con empresarios en Bahrein, donde llegó con la misión de conseguir dinero fresco para la AFA; gestionan un préstamo a una tasa accesible para poder pagarles a los clubes.
La invitación le llegó a Armando Pérez hace unas semanas. Fue a través de un amigo de toda la vida, compañero de negocios y de andanzas. El reino de Bahrein pagaba los traslados de una comitiva de la AFA para hablar de fútbol y, sobre todo, de dinero. La delegación partió el lunes a ese pequeño estado asiático que habitan menos de 1,5 millones de personas, pero que tiene el decimotercer PBI per cápita del mundo, gracias al petróleo. De buen fútbol, poco y nada: su selección ocupa el puesto 126º en el ranking FIFA.
«Estamos gestionando un préstamo», contaron desde el comité de regularización que gobierna la AFA. En su primer día, Pérez se reunió con hombres de negocios, representantes del gobierno y con el presidente de la Federación de Fútbol de Bahrein. Por la noche, el máximo dirigente del fútbol argentino cenó con empresarios locales. En la mesa no faltaban las billeteras frondosas, justo lo que escasea en Argentina. «Esta visita tiene una agenda muy simple: financiamiento para el día a día de la AFA y poder afrontar las deudas de los clubes. Ése es el objetivo fundamental. Después, estaremos atentos a todo lo que surja del interés de esta gente por el fútbol argentino: no hay partidos amistosos ni nada de eso», insistieron desde el comité de regularización.
La comitiva de la AFA en Bahrein está integrada por cinco personas: Armando Pérez, el gerente general Víctor Tabuada, Miguel Hirsch (integrante del departamento de medios, que vivió hasta hace poco en Alemania y oficia de traductor) y los dos empresarios que gestionaron el encuentro con los bahreiníes. La ronda de negocios durará hasta mañana, por lo que Pérez volverá a la Argentina el fin de semana. Existía la posibilidad de que el periplo tuviera otras escalas en Herzogenaurach (Alemania), donde está la sede de Adidas, y en Zürich (Suiza), donde podría reunirse con Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Las opciones, sobre todo teniendo en cuenta el frente político interno que sacude a la AFA, quedaron descartadas.
El comité de regularización debió salir a buscar financiamiento externo porque se le cerró el grifo a nivel local. Un ingreso potencial era el Fútbol Para Todos: en alguna reunión del Gobierno con los dirigentes de la AFA se llegó a pensar en $ 1.250 millones por el último semestre del año. El empantanamiento de la Superliga hizo volver atrás ese monto y los clubes recibirán $900 millones hasta el 31 de diciembre próximo. El comité de regularización debe resolver un agujero de $350 millones: ése es el valor que deben depositarles a los clubes en diciembre. El dinero aún no está. Bahrein puede ser la llave: un préstamo a tasa «blanda» por US$ 25 millones destrabaría la situación y permitiría a la AFA acercarse a un punto de equilibrio. Parte de ese crédito podría saldarse, por ejemplo, con un contrato de asesoría deportiva: intercambio de jugadores o entrenadores entre la AFA y la Federación Bahreiní de Fútbol.
Otra de las razones por las que la AFA debió viajar 13.292 kilómetros para recaudar dinero es que en las últimas semanas se le cayó un crédito por $300 millones del Banco Nación, una entidad pública dirigida por Carlos Melconian. Según pudo averiguar La Nacion, parecía todo cerrado para que el comité de regularización recibiera la inyección financiera que necesitaba, con un interés asumible. Sin embargo, hubo «diferencias de último momento», que echaron para atrás el acuerdo. Además, el estatuto de la AFA marca que para endeudarse, el comité de regularización debe tener la autorización de la Asamblea, ese cuerpo de 75 miembros donde el ascenso (que pide a gritos elecciones anticipadas) es mayoría.
Después de volar desde el aeropuerto de Manama, la capital de Bahrein, a Armando Pérez le espera una agenda agitada de regreso a Buenos Aires. Más allá de las convulsiones internas por los reclamos electorales y económicos, el comité de regularización necesita poner manos a la obra en su segundo objetivo: la reforma del estatuto. A eso se dedicará en noviembre, con las finanzas más desahogadas. Gracias, en parte, a la ayuda de los petrodólares.