Con el juego frente a Bahía Basket, por la Liga Nacional, el Ciclón regresó al barrio con una competencia oficial, tras casi 32 años.
restregan los ojos porque quieren disimular un par de lágrimas. Otros no pueden evitarlo. Es que San Lorenzo volvió a Boedo. Laten los corazones con fuerza. Se corta la respiración. Porque hay cosas que no se explican en palabras, simplemente se sienten. Y para comprenderlas era necesario estar dentro del polideportivo Roberto Pando, el sitio en donde anoche el Ciclón, el campeón de la Liga Nacional , disfrutó de jugar en su casa. Y con ello sobrevolaron miles de recuerdos porque allí, de alguna manera, está el alma de Alfredo Belli, Alberto Trama y Salvador Capecce, un trío que supo llenar de gloria a la historia basquetbolística a la entidad de Boedo. Si hasta eran comparados con otras leyendas del fútbol del Ciclón como Farro-Pontoni y Martino. Fue una noche en la que apenas importó cómo terminó el juego anteBahía Basket . En ese escenario se respiró, con ese acontecimiento deportivo, la reivindicación de una lucha por la identidad de una inmensa institución.
La fría estadística hablará de un triunfo por 72 a 57 sobre el juvenil equipo de Bahía Basket, con grandes actuaciones de Jerome Meyinsse (15 puntos), Selem Safar (15) y Santiago Scala (12). Pero el partido fue emoción, recuerdos, nostalgia y alegría. Fue mucho más que un resultado.
«Sin dudas que fue un día especial. En primer lugar, como dirigente de San Lorenzo, porque es la gran celebración de muchos años de trabajo y el regreso a Boedo con una actividad oficial desde aquel lejano 1984. En segundo lugar, a nivel personal, me recuerda cuando a fines de los 60 iba a ver al equipo de básquet con mi papá. Fue un día muy emocionante para todos los hinchas de San Lorenzo. Acá estuvieron cerca de 2000 hinchas en el estadio, pero fueron más de cuatro millones de cuervos los que se emocionaron con esta vuelta». Las palabras de Marcelo Tinelli , vicepresidente del Ciclón, resumen en buena medida qué pasó anoche en una atmosfera impregnada de emoción.
Es que ahí donde los corazones latieron con fuerza y no por una doble o un triple, se coronaron los sueños. En ese estadio de básquetbol poco importaron los 31 millones de pesos que demandó la construcción del polideportivo. Ahí la gente estaba escribiendo una nueva historia para el Ciclón. Los hinchas llegaron por José Marmol, hasta la esquina de Salcedo y la mirada se les perdió porque los ojos se les humedecieron. El impacto apenas los dejó comprender que esa obra, que comenzó en marzo de 2015, que tiene capacidad para 2050 personas, es producto del superávit que genera el club mensualmente. No se apeló a ninguna cuota extraordinaria para llegar a cumplir el anhelo de estar nuevamente en el barrio disfrutando de una competencia de elite. Porque San Lorenzo nuevamente está en Boedo y eso es lo único que cuenta. Es verdad que el alma siempre estuvo allí, pero anoche sintió que le volvió al cuerpo. «La inauguración del Polideportivo es un orgullo, otro motivo de felicidad para todos los socios e hinchas de San Lorenzo. Primero porque es una obra muy importante para el club, pero además porque se construyó 100% gracias al superávit genuino, ordinario, del club. Fueron 31 millones de pesos que se pagaron sin aportes externos. Creo que es algo para resaltar, para que los hinchas de todos los equipos comprueben que con una administración eficaz los clubes no sólo pueden evitar ser deficitarios sino, también, crecer», dijo Matías Lammens .
Fueron 32 años de espera para sentir que la sangre vuelve a hervir en Boedo, porque los libros dicen que en diciembre del 84, en el salón San Martín, justamente el básquetbol disputó un juego oficial por última vez y fue ante Independiente. Pero valió la pena tanto andar, porque el desahogo resultó hermoso y en el rostro de la gente y hasta de los protagonistas se podía observar que la noche del 25 de octubre de 2016 quedará grabada a fuego, incluso, por encima del histórico juego en la NBA, en Canadá, ante Toronto Raptors. «La vuelta a Boedo estuvo por encima del partido que jugamos anoche. Tiene que ver con el deseo y la identidad de los hinchas de San Lorenzo», dijo Julio Lamas , el DT del campeón de la Liga Nacional.
Anoche, el tiempo se detuvo por un instante y el Ciclón inmortalizó su lucha. Volvió a Boedo, regresó a su casa.