El ex N°1 rompió el maleficio de las últimas seis semifinales que jugó y perdió. Venció a su compatriota por 7-5; 6-2; 1-6; 4-6 y 6-3. Mañana, Nadal y Dimitrov definirán al otro finalista.
Roger Federer y Stan Wawrinka han devuelto a los presentes en el Rod Laver Arena el valor de la entrada. Acción, talento, reacción, emoción, suspenso y categoría por parte de dos de los grandes campeones de la actualidad son algunos de los componentes de la semifinal del Abierto de Australia que se define en el quinto set.
Federer dominó el comienzo del partido con la conquista de las dos primeras mangas por 7-5 y 6-2. Incluso parecía que el partido duraría menos que lo esperado porque Wawrinka se mostraba emocionalmente tocado con la derrota en esos parciales pero el N°4 resurgió con valentía y pasó a dominar la escena tanto que terminó por nivelar el marcador con el 6-1 y 6-4 del tercer y cuarto set.
Ahora era el ex N°1 el que estaba en problemas. Ya no era tan consistente como en el comienzo e incluso dio muestras de cansancio ante un rival que sabe de manejar la energía y no da por perdida ninguna bola.
Forzó el quinto y ahí están los dos suizos, a la espera de poder ganar este encuentro. Federer para intentar volver a ganar el título en Melbourne (el último fue en 2010) y romper además su maleficio en las semifinales (allí perdió las de 2011, 2012, 2013, 2014 y 2016), y Wawrinka para recordar que, aunque en silencio, es uno de los grandes del circuito y abortar además la final que todos esperan, que es la de Roger con Nadal (mañana jugará la segunda semifinal ante Grigor Dimitrov).
En sus confrontaciones anteriores, Federer domina con claridad, por 18 victorias a 3, pero desde que Wawrinka ganó en Australia su primer Grand Slam, en 2014, el balance está más equilibrado: 3 a 2 para Federer.
Ambos fueron un equipo perfecto para que Suiza ganara la Copa Davis en 2014. Durante años, Federer fue un referente para Wawrinka, que a medida que fue creciendo en el circuito fue alejándose.
«Daba muchos consejos a Stan sobre la manera de jugar contra ciertos muchachos. Luego llegó un momento en el que me llamaba cada vez menos. Me alegré por permitirle hacer su propio camino», explicó Federer.
Por su parte Wawrinka, de 31 años, sabe que es capaz de vencer a Federer, de 35, también en un Grand Slam, como ya hizo en los cuartos de final del Roland Garros que luego conquistó, en 2015. Fue además en tres mangas.
Wawrinka sólo venció a Federer en polvo de ladrillo, lo que podría ser su principal obstáculo hoy, ya que la superficie del Rod Laver Arena es muy rápida.