El ucraniano compartió sus sensaciones tras consagrarse ante Nishikori en el ATP de Buenos Aires. «Le gané a un top ten al que no había vencido nunca, más no puedo pedir», deslizó.
El ucraniano Alexandr Dolgopolov, flamante campeón del Argentina Open, admitió que fue una «semana perfecta» debido a que además de haberse quedado con el título lo hizo con un nivel de tenis alto y sin ceder un set durante todo el torneo.
«Fue una semana perfecta. Le gané a un top ten al que no había vencido nunca, más no puedo pedir», confesó exultante el ucraniano, de 28 años, en la rueda de prensa que ofreció luego de su consagración en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
Dolgopolov superó en la final al japonés Kei Nishikori por 7-6 (7-4) y 6-4, con un nivel de juego que le permitió conseguir un triunfo ante un rival al que nunca le había podido sacar ni siquiera un set y había caído en cinco ocasiones.
«Me sentí muy cómodo y ayudado por el apoyo de la gente, algo que no hubiera sucedido si me tocaba en la final un argentino», destacó el tenista nacido en Kiev pero radicado en Montecarlo, quien recibió el aliento constante del público.
Dolgopolov se adueñó del nuevo trofeo del torneo, un original mate de calabaza y plata sobre un pedestal de quebracho, y escuchó la ovación de todo el estadio cuando lo recibió de manos del cordobés Gustavo «Lobito» Fernández, el campeón argentino de tenis adaptado sobre silla de ruedas.
«Me gusta Buenos Aires, aproveché esta gira sudamericana para superarme en polvo de ladrillo y seguramente volveré el año próximo», concluyó.