Que 40 años no son nada, que febril la mirada: el 27 de febrero de 1977 consumó su debut en la Selección Argentina el mismísimo Diego Armando Maradona, en la Bombonera y durante el transcurso de una goleada de 5-1 a expensas de Hungría.
El “Pelusa”, tal como se lo conocía en Villa Fiorito, había debutado en la Primera de Argentinos Juniors diez días antes de cumplir 16 años, ya despuntaba como un crack sin techo y su presencia en la Selección suponía un clamor que no distinguía colores de camisetas.
Y en ese contexto César Luis Menotti lo convocó para formar parte del plantel de uno los tantos amistosos que constaban en la grilla preparatoria del Mundial 78.
Hacia los 20 minutos del segundo tiempo de un partido encaminado con una opípara goleada, Menotti le dijo “prepárese que va entrar” y a punto de mandarlo a la cancha, añadió: “va por Luque, haga lo que sabe”.
Pese al temblor en las piernas Maradona saltó al campo, asimiló la ovación y el murmullo de expectación y en la primera pelota que tocó salió de un arabesco entre dos defensores húngaros y a poco estuvo de propiciar el gol de Houseman.
El ex cebollita que un puñado de años antes había deslumbrado haciendo malabares por tevé, en “Sábados Circulares de Mancera,” tenía 16 años y 121 días.
Aquella tarde la Selección formó con Hugo Orlando Gatti; Alberto César Tarantini, Jorge Olguín, Daniel Killer y Jorge Carrascosa; Osvaldo Ardiles, Américo Gallego y Julio Ricardo Villa; René Houseman, Leopoldo Luque y Daniel Bertoni.
Fue 5-1 con tres goles de Luque y dos de Bertoni. Lo demás, es historia escrita, rubricada y legendaria.
Maradona, el protagonista de la epopeya contra Inglaterra, el autor de “la jugada de todos los tiempos” (Víctor Hugo Morales dixit), vistió la camiseta nacional en 91 ocasiones y consta séptimo en el ranking de asistencias, sólo superado por Javier Zanetti (145), Javier Mascherano (135), Lionel Messi (116), Roberto Ayala (115), Diego Simeone 106 y Oscar Ruggeri (97).
Sus 34 goles lo colocan en el puesto quinto de anotadores albicelestes, junto con Gonzalo Higuaín y debajo de Messi (57), Gabriel Batistuta (54), Hernán Crespo (35) y Sergio Agüero (32).
Jugó 21 partidos en un total de cuatro mundiales, con 8 goles, la misma cantidad que Guillermo Stábile y 2 menos que Batistuta.
En España 82 fue expulsado con Brasil y en Estados Unidos 94 fue suspendido por doping positivo, pero en México 86 alcanzó su cumbre y el rango de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, acaso el mejor, en tanto que en Italia 90 lesionado y todo elaboró la jugada que le permitió a Claudio Caniggia hacer el gol de la eliminación a Brasil en octavos de final.
También fue campeón mundial juvenil en 1979, en Japón, y director técnico de la Selección que intervino en el Mundial de Sudáfrica 2010.