En los primeros minutos y como era lógico de suponer fue Unión el que salió a buscar el resultado, ante un Patronato que esperaba con mucha gente detrás de la línea de la pelota y jugando con el apuro del elenco local por conseguir un triunfo. Las primeras aproximaciones del conjunto local fueron a través de la pelota quieta con un córner y un tiro libre al cual le faltaron precisión.
Cuando pasaba poco frente a los arcos, un centro desde la derecha de Lucas Gamba buscando la cabeza de Franco Soldano terminó con un penal en favor de Unión ya que Diego Abal advirtió un empujón dentro del área de Walter Andrade. Fue Emanuel Britez a ejecutar el penal, pero su remate a media altura fue demasiado anunciado y por Sebastián Bértoli contuvo el disparo cuando se jugaban 12′.
Un golpe duro en el inicio del partido, ya que un gol le hubiese devuelto la confianza al equipo rojiblanco luego de los últimos resultados negativos. Más allá de esta circunstancia el Tate siguió buscando ante un temeroso Patronato que en el primer cuarto de hora no arriesgó nada.
No obstante con el correr de los minutos el elenco visitante se adelantó algunos metros tratando de apostar por alguna pelota quieta. Por otra parte a Unión le costaba entrar en sintonía ya que por las bandas ni Mauro Cejas ni tampoco Gamba podían desnivelar.
A los 30′ Patronato tuvo la mejor chance como para marcar, tras un error en la salida de Manuel De Iriondo quien perdió la pelota en la mitad de la cancha. El Patrón salió de contra y cuando Nicolás Bertochi se prestaba a definir, surgió Nahuel Zárate para ir al suelo y con un quite imperial extirparle el balón al ex-Unión.
El Tate entró en la confusión y por ese motivo después de la media hora de juego se observó lo mejor del Patrón y lo peor del Rojiblanco. Obviamente que el empate transitorio era un buen resultado para el visitante y no tanto para Unión. Así las cosas se fue extinguiendo una primera etapa mediocre en la cual ninguno de los equipos hizo méritos como para ponerse en ventaja. El 0-0 graficó de manera contundente lo poco que entregaron Unión y Patronato.
El comienzo de la segunda etapa no varió en cuanto a las características dado que el nivel de juego siguió siendo bajo. Más luchado que jugado y en ese contexto lucía mejor Patronato que tenía en Matías Quiroga a uno de los mejores futbolistas, aguantando el balón y pivoteando con criterio.
Transcurrido el primer cuarto de hora realmente pasaba muy poco frente a los arcos, por lo cual Eduardo Magnín sacó de la cancha al Pitu Cejas para darle mayor velocidad al carril con el ingreso de Lucas Algozino.