El volante, quien volvió a ser titular después de mucho tiempo y salió en el primera etapa tras resentirse de la lesión que lo alejado de las canchas, se refirió al inconveniente físico y agregó: «No tengo palabras para decir lo que siento, ojalá no sea nada grave».
Claudio Aquino volvió a ser titular luego de mucho tiempo en Unión. Se mostró importante con su juego en la primera parte, donde el equipo hizo la diferencia ante Temperley, pero luego de que le cometieran una falta sintió un fuerte dolor en los aductores, lesión por la cual debió ser reemplazado.
En su lugar ingresó Santiago Lebus, y una vez que se retiró del campo de juego se sentó en el banco de suplentes muy apenado y con lágrimas en sus ojos. En zona de vestuarios, el exmediocampista de Independiente, Ferro y Belgrano destacó: «Sinceramente no sé qué decir, tengo una gran amargura y desilusión, es tremendo. De esto se sale día a día trabajando, a esperar qué resultados arrojan los estudios. Sentí un dolor un poco más abajo de la lesión que tuve el año pasado, el médico me tocó y puede llegar a haber sido lo mismo».
Sobre cómo se dio la jugada donde terminó lesionado, afirmó: «Me tocaron desde atrás, hice un mal movimiento. No tengo palabras para decir lo que siento porque tengo muchísima calentura, sinceramente sin palabras».
Y agregó: Traté de hacer un pique y no pude seguir. No sentí lo mismo que el año pasado, sí un fuerte dolor. El miércoles me haré estudios y habrá que esperar los resultados, ojalá no sea nada grave».
Mientras que en la parte final contó qué le dijeron los médicos del plantel y manifestó: «Me tocaron, sintieron que esa zona estaba dura, hay que esperar. Sinceramente ya no sé qué decir ni qué hacer».