El Tribunal de Cuentas le exige restituir una suma cercana al millón de pesos, por irregularidades en el subsidio otorgado para ampliar el estadio.
Unión está afrontando la recta final de la Superliga con chances de poder acceder por primera vez a un certamen internacional, algo que sería inédito para la entidad de la avenida López y Planes.
Mucho se habló incluso del objetivo primario cuando se inició el tercer período de Leonardo Madelón, pero después el devenir del certamen puso a los rojiblancos en una situación de privilegio, de la que salió el último lunes una vez concluida la 24ª fecha.
Pero en este tramo nada está perdido y si bien actualmente está quedando afuera de la Copa Sudamericana por diferencia de goles, los rojiblancos saben que en parte dependen de la obtención de resultados favorables para quedar en la historia de la entidad.
Hace poco más de un mes, en declaraciones realizadas al programa Unión en tu Dial (Sol 91.5), el propio Madelón reconoció que «en la parte edilicia hay un estancamiento, hay que ponerse los pantalones y crecer», a lo que agregó: «Ahora le toca a Unión crecer y esas son las presiones que ejerzo sobre los dirigentes, no me guardo nada y se los digo en la cara».
Esto repercutió en la dirigencia que salió a responder a las pocas horas en la voz de su presidente, Luis Spahn, quien entre otras cosas apuntó: «No me sorprenden las declaraciones, el cargo del cuerpo técnico es sometido a presiones, angustias, ansiedades, llega un momento que tiene el cañón en la mano y un tirito no viene mal, estamos haciendo un muy buena campaña, tengo la obligación de contenerlo, justificarlo, es la situación de un gallo con tres o cuatro gallinas en el gallinero, quisiéramos que cacaree más fuerte para estas fechas finales».
Ahora, todo ese ida y vuelta pareciera, casi sin quererlo, caer en favor del entrenador, más allá que desde que decidió realizar esas declaraciones pública su equipo cosechó pobres resultados.
Y esta parte de razón que dijo tener en su momento se ve avalada por la información que surgió en las últimas horas, que da cuenta de una exigencia del Tribunal de Cuentas para que Unión devuelva a la provincia algo del subsidio entregado en 2013, como parte de las ampliaciones del estadio.
Se sabe que por distintos motivos las obras proyectadas no fueron finalizadas y en este marco, con documentación que dice tener en su poder, el organismo provincial aduce inconsistencias en facturas presentadas y falta de certificados de obra.
La cifra solicitada asciende a $943.535, con lo cual quedará ahora la pelota en los asesores letrados de la entidad rojiblanca, que puede apelar la medida recurriendo a la Corte Suprema provincial. Se abre un nuevo capítulo en una historia larga donde a los hinchas se le prometió una obra fastuosa y por el momento, independientemente de la documentación no entregada, ese sueño dista mucho de convertirse en realidad.