La ilusión se quebró a los 68 minutos. Fue la enésima pelota filtrada para Kylian Mbappé. Una daga entre los centrales argentino que funcionó en los primeros minutos del primer tiempo y que se potenció cuando Francia fue a buscar el partido tras estar en desventaja. Para la selección, la visita a Kazán fue un golpe de realidad y la consumación de una eliminación que se había visto de cerca hace cuatro días. La Argentina no pudo sostener el ritmo del rival, cayó 4-3 y se despidió del Mundial Rusia 2018. Así, firmó la peor perfomance del seleccionado desde la eliminación en la primera rueda de Corea/Japón 2002. Un golpe que tendrá efecto inmediato: es el adiós para la generación de las tres finales. Una despedida que podría incluir a Lionel Messi.
Tras empezar abajo por un golpe de penal de Antoine Griezmann, el conjunto de Jorge Sampaoli se recuperó en el marcador con el golazo de Angel Dí María (clave para cerrar la primera mitad) y un rebote de Gabriel Mercado. La reacción parecía convertirse en un golpe anímico favorable ante una Francia aturdida, pero nada de eso sucedió. Los galos insistieron con Mbappé entre los centrales argentinos, con el desborde y la generación de espacios. Todo a un ritmo más rápido, todo con mayor facilidad. Lo que a la Argentina le costaba dos minutos, Francia lo hacía en segundos. Benjamin Pavard anotó un golazo y Mbappé liquidó el partido. El joven francés se aprovechó de los espacios, pero también de un Franco Armani que se mostró vulnerable. El tanto de Sergio Agüero en el minuto 93 solo sirvió para decorar el resultado.
Javier Mascherano ya anunció su final, pero no será el único que dejará de vestir la camiseta albiceleste. La incógnita se posa sobre el futuro de Messi. A los 31 años, y tras cuatro mundiales, Rusia parecía la última oportunidad para el rosarino. El lugar para conquistar el único título que falta en sus vitrinas. Agüero, Marcos Rojo y Angel Di María aparecen en la lista de los que darían un paso al costado. Los subcampeones del mundo quedarán marcados por las frustraciones en el último aliento. Es la despedida para una generación de grandes logros individuales que no pudo trasladar esos éxitos a la selección.
El camino en Rusia tuvo más sinsabores que alegrías. El gol de Rojo ante Nigeria parece un oasis en un desierto que incluye el empate con Islandia en el debut, la dura caída frente a Croacia y este golpe frente a Francia. En el medio, se puso en duda el futuro de Sampaoli, se vivieron momentos incómodos con audios y filtraciones y quedó flotando en el aire la idea de una autogestión a mitad de camino. Qué hará el DT y qué decidirá la AFA (el casildense llegó de la mano de Claudio Tapia) son por ahora solo preguntas sin respuestas. Tras cuatro años de golpes de timón en la dirigencia y cambios de entrenadores, el camino a Qatar necesitará de un proyecto firme. Francia desnudó falencias y le puso punto a final a una generació de elite, pero también la idea de que no todo pasa por encomendarse a los milagros futbolísticos.