El elenco que representa a una localidad de apenas 2200 habitantes será rival del Sabalero el próximo sábado por la Copa Santa Fe. «Esto es único para nosotros», dijo el entrenador y presidente del club, Eduardo Romero.
El próximo sábado, desde las 15.30, el estadio Brigadier López será escenario del debut de Colón en la Copa Santa Fe ante Ex Alumnos de Santo Antonio de Obligado, de la Liga Ocampense. El Sabalero sabe que no puede fallar, ya que en la edición anterior quedó eliminado rápidamente ante 9 de Julio de Rafaela.
Por el momento no se sabe qué equipo pondrá el entrenador sabalero, Eduardo Domínguez, quien espera por los refuerzos, pero por el lado del elenco del norte provincial no hay misterios. Una historia de amateurismo puro, donde los futbolistas laburan de sol a sol para ganarse la vida y, en sus momentos libres, disfrutar del hermoso vicio de jugar al fútbol. San Antonio de Obligado es una localidad de apenas 2200 habitantes que está a tres kilómetros de Las Toscas, a 16 de Villa Ocampo y 90 de Reconquista. El presidente y entrenador, Eduardo Romero, contó cómo llegan a este compromiso.
«Esto es único para nosotros. Es tocar el cielo con las manos. Porque en un pueblo tan humilde y chiquito de apenas 2200 habitantes, estas situaciones quedan grabadas para siempre. Gracias a Dios tenemos la mejor cancha de la zona. Vino a jugar La Perla así que ellos pueden dar fe de esto en el Federal C y seguramente reconocerán que se fueron admirados. Tenemos capacidad para 2000 personas sentadas y tribunas de cemento. Todo conseguido a pulmón. Los jugadores son amateurs, donde algunos trabajan de la leña, otros son albañiles y hasta muchos laburan en la curtiembre. Todos chicos humildes y que dejan todo por los colores del club», apuntó Pala, como quizás más se lo conoce.
«Cuando empezamos en la Copa Santa Fe era nuestra meta llegar hasta acá. Esta es la tercera etapa y esperemos que la suerte siga de nuestro lado. Nos propusimos poner todo para llegar a lo máximo posible. Estuvimos muy cerca de ascender al Federal B y los chicos se propusieron seguir el camino en esta Copa. Salvo el primer partido en nuestra en cancha, donde empatamos, después ganamos todos los partidos hasta esta instancia». agregó.
Pala no es alguien más en la historia de esta institución, ya que lleva más de 20 años dedicados a su crecimiento y estabilidad: «Soy presidente desde enero de 1995. Lo sucedí a mi suegro y desde ahí que fuimos haciendo lo posible para ser cada día un poquito mejor. Se consiguieron muchos avances, todos gracias al apoyo de la gente y la comuna, que es chica y tiene muy pocos ingresos y sin embargo siempre nos da una mano como puede. Acá se hace todo fácil por la gente que hay. El jugador entiende todo y los que vienen también. Soy un agradecido de tener este plantel. Los integrantes de la comisión hacemos prácticamente todo, desde cortar el pasto a la marcación. Es todo a pulmón».
Metiéndose de lleno en el choque contra el Sabalero, contó una situación muy fuerte y que da cuenta lo que significa estar ante este tipo de acontecimientos: «El último partido ante Huracán de Vera nos dolió muchísimo por los dos jugadores que nos expulsaron mal. Ese día el árbitro fue Carlos Córdoba, de la Liga Santafesina, y permitió muchas cosas. Enviamos una nota a la Federación que no prosperó, así que ya está. Consideramos que nos perjudicaron. Nos sacaron al 9 (Pablo Verón), al que no podían parar (fue catalogado como el mejor jugador de la Liga Ocampense). No lo podremos tener. Tenía tanta tristeza ese muchacho que lloraba desconsoladamente al saber que se perdía el partido contra Colón, algo por lo que había trabajado un montón. Encima es fanático de Colón».
«Yo le dije a los chicos que jueguen tranquilos, que lo disfruten. Tenemos que ir a jugar al fútbol. Soy un seguidor de Eduardo Domínguez, es un técnico de perfil bajo y no vende humo. Será un choque de Eduardos el sábado (risas). Ojalá pueda darle un abrazo y nos atienda bien», acotó.
Todos en Ex Alumnos entienden la complejidad del partido, pero también saben que si ganan se llevarán 140.000 pesos. «Si ganamos, la plata del premio ya está destinada para comprar una trafic para poder viajar a los partidos. Es algo por lo que estamos peleando, pero sabemos que Colón tiene que ganar, porque el año pasado se quedó afuera rápidamente ante 9 de Julio de Rafaela. Sabemos que es complicado. También queremos ganar, pero entendemos que la complejidad es muchísima, más que nada desde lo físico. Acá los muchachos salen a correr en el monte cuando van a trabajar al campo, porque sino nunca nos podemos juntar todos. Así entrenamos en este club. Con el dinero último que ganamos compramos un termo tanque para que los chicos se puedan bañar con agua caliente después de la práctica y los partidos».
«Quiero agradecerle a la gente de UPCN, que nos dio una mano gigante para poder estar el viernes a la noche en Santa Fe, porque realmente no nos daban los números para ir un día antes. Descansaremos bien para el sábado hacer el papel más digno. «Vienen tres colectivos, además de gente que hay en Santa Fe y Rosario», resaltó.
Después, en el final de la charla, dio el equipo de una manera muy particular: «Sale de memoria. Tenemos solo una duda nomás, porque el arquero se lastimó en el partido de la Liga, en la que alcanzamos la séptima victoria en fila. El arquero es Sebastián Brac, que trabaja con las aberturas de aluminio; en defensa estarán Sergio Gutiérrez, que trabaja en el campo; Alejandro Pérez es changarín de la comuna; Carlos Gutiérrez, carga y descarga mercadería en un negocio; y Pablo Dwojak, en una estación de servicio. En el mediocampo, Cristian González y Nahuel Figueroa, son chicos que terminaron el colegio, pero aún no tienen trabajo. Por ahí changuean para ganarse la vida. Después está Mariano Deltín, que atiende un kiosco; Elías López es empleado y Marcos Piceda también trabaja en el campo. Y el nueve Héctor Burgos es enfermero. Después muchos de los suplentes trabajan en la comuna y otros en la curtiembre, donde hacen ocho horas y después van a practicar».