El entrenador se mostró con ánimo de revertir este inicio desfavorable y la dirigencia lo apoya. «Cuando vea que no hay respuestas de los jugadores sabré qué hacer», confió el DT.
“Cuando vea que no hay respuestas de los jugadores sabré qué hacer”. La frase de Omar De Felippe tras la derrota ante Godoy Cruz despejó dudas, espantó a los agoreros que imaginaban una salida pronta del entrenador, y dejó en claro que el DT confía en su trabajo y no piensa dar un paso al costado sin pelear.
Si hay alguien que está curtido por la vida es De Felippe. Su historia en Malvinas habla por sí sola. Y además dirigió muchos equipos que peleaban el descenso o que aspiraron a ascender, con éxitos y fracasos, como la vida misma.
Por eso es difícil imaginar que dé un paso al costado sin pelear. Mucho más si cree que la situación puede revertirse. Y la realidad es que cree que lo puede lograr. “Mi termómetro son los jugadores. Si ellos se animan vamos a intentarlo”, deslizó el DT, quien considera que hay material para modificar este inicio complicado.
De Felippe sabía que este mal inicio era una posibilidad. Se lo dijo a los directivos cuando los refuerzos llegaron con alguna demora. Entre lesiones de pretemporada (Grimi, Nadalín, Leal) y jugadores que llegaron con poco rodaje (Formica, Piris, Bíttolo), o sin tiempo de adaptación como Paredes y Oviedo, el entrenador imaginaba que el funcionamiento no iba a ser el ideal.
Pero hay algo más. Sin importar mensajes públicos que a veces no son un sustento real y genuino, la dirigencia leprosa confía en De Felippe y hoy no se le cruza la cabeza pedirle que dé un paso al costado. Ni siquiera una eliminación de Copa Argentina ante Atlético Tucumán puede ponerlo en zona de riesgo.
“Nosotros lo bancamos a full”, le confió a El Hincha un directivo, ratificando un apoyo que el propio De Felippe sabe que existe y por eso se mantiene firme en su postura de intentar revertir este inicio desfavorable que genera preocupación a todos.
Obviamente el fútbol es resultado. Y la espalda de un entrenador se fortalece o se debilita de acuerdo a las victorias y las derrotas. Pero nada hace imaginar que De Felippe se juegue la continuidad en cancha de Temperley. Aunque una victoria tranquilizaría a todos.
¿Cinco mil entradas?
La Copa Argentina confirmó el lunes por la noche que el cotejo entre Newell’s y Atlético Tucumán por octavos de final se disputará el sábado a las 13.15 en cancha de Temperley, aunque aún no hay precisiones sobre la cantidad de hinchas leprosos que podrán viajar y mucho menos cuándo y cómo será la venta de entradas.
La desprolijidad con la que se manejó la organización supera cualquier lógica. La confirmación del partido se dio a conocer cinco días antes, y jugar en cancha de Temperley suena a caprichoso y no beneficia a nadie, ni siquiera a la Copa Argentina.
Es que Aprevide tiene en mente restringir el número de hinchas, y difícilmente autorice más de 5 mil leprosos en el sur del Gran Buenos Aires. Y eso afectará a la recaudación, y también a los simpatizantes rojinegros que no podrán movilizarse como sucedió en Santa Fe o Junín, instancias previas de esta edición donde viajaron casi diez mil hinchas para apoyar ante Deportivo Rincón y Cadu.
El valor de las entradas sería de 350 pesos, aunque si se confirma la restricción, es posible que hay una venta anticipada para socios, aunque aún no hay confirmación oficial desde el Parque.
Los cambios piden pista
El plantel de Newell’s entrenó por la mañana en Bella Vista, pero aún es prematuro pensar en las modificaciones que puede realizar Omar De Felippe de cara al partido del sábado a las 13.15 ante Atlético Tucumán por Copa Argentina.
El primer punto que necesita conocer el DT leproso es el estado físico de Mauro Formica. Tras jugar 90 minutos, mucho más de lo imaginado y recomendado, será importante conocer si el Gato sintió alguna molestia muscular o podrá recuperarse para seguir siendo titular.
Por otra parte, es un hecho que regresará a la titularidad Joel Amoroso, quien cumplió la dos fechas de suspensión impuestas por la Superliga. El punto a definir es si saldrá Héctor Fertoli, de flojo rendimiento ante el Decano, o Víctor Figueroa.
Otra variante lógica sería una modificación de nombre en el doble cinco. De Felippe fue muy crítico con el rendimiento de ese sector del mediocampo y Braian Rivero tiene todas las fichas para salir. Los candidatos a reemplazarlos son Juan Sills o Jerónimo Cacciabue.
No hay que descartar alguna variante más, aunque todavía De Felippe no puede contar con Teodoro Paredes y Leandro Grimi, por lo que un cambio en defensa se limitaría a modificar algún lateral, aunque Piris es difícil que salga y el ingreso de Ferroni por izquierda sólo sería factible si Bíttolo pasa al mediocampo.