Franco Soldano mantuvo en vilo a todo Unión durante el prolongado receso, que tuvo la disputa del Mundial de Rusia 2018 en el medio, ya que todo indicaba que su destino estaría en el exterior, luego de protagonizar con el equipo de Leonardo Madelón una histórica campaña que terminó en la clasificación para disputar la Copa Sudamericana, que será la primera intervención internacional del club.
Por eso el gol que le metió a Juventud Unida de Gualeguaychú, por los 32avos de final de la Copa Argentina, parecía ser el último que el sunchalense iba a convertir en su primer paso por el club, ya que a esa altura se mencionaban a varios equipos que lo tenían en su radar.
Entre ellos Wewst Bromwich de Inglaterra, cuyos emisarios estuvieron en el estadio 15 de Abril en el último partido de la Superliga, donde el Tate superó a Independiente, justamente con un tanto de Soldano, que determinó la clasificación del equipo para jugar la Sudamericana.
Luego se sucedieron muchos varios clubes del exterior interesados en su ficha, incluso Vélez avanzó por su contratación. Pero el delantero prefirió esperar alguna propuesta del fútbol europeo, ya que su gran objetivo era tener el desafío deportivo de jugar en las principales ligas de dicho continente.
Pero las puertas se fueron cerrando una a una y fue entonces que surgió la chance de emigrar al Monterrey, equipo que lo quería para suplantar al lesionado Rogelio Funes Mori, aunque no era la primera alternativa que manejaban, ya que la prioridad era el brasileño Abreu (Fluminense).
Caída la chance de Abreu, los directivos del equipo azteca avanzaron por Soldano y le realizaron a sus pares tatengues una jugosa oferta por la totalidad del pase. Entre los clubes llegaron a un acuerdo, y según trascendió desde el seno de la CD al jugador le pagarían lo que pretendía.
Pero finalmente, como lo adelantó UNO Santa Fe el martes al mediodía, el goleador desechó la propuesta y según su representante Hernán Rubiola se quedó en Unión pensando en lo deportivo.
En cuanto a los puntos a favor, se trata de una gran alivio para Leonardo Madelón, ya que lo cuenta como una figura imprescindible para su equipo. Durante este receso ya había perdido a Lucas Gamba, y si Soldano era vendido iba a tener que crear íntegramente una nueva dupla.
Por ese motivo los dirigentes en el cierre del libro de pases aceleraron las gestiones y contrataron a Federico Andrada, quien venía de jugar en el Bari. El ex-River es un delantero de jerarquía y calidad, que todavía debe ponerse a tono desde lo físico y futbolístico, por lo cual en el futuro ahora podría transformarse en un gran complemento del sunchalense, y no tendría el peso de reemplazar sus goles.
De esta manera, para afrontar como mínimo la primera parte de la temporada, donde el Tate juega la Superliga y la Copa Argentina, Madelón contará con Soldano, Andrada, Franco Troyansky, Matías Gallegos y Nicolás Andereggen. Sin dudas con respecto a la 2017/2018, más allá que se fue Gamba, el DT cuenta con muchas más alternativas ofensivas.
Aunque en contrapunto con lo bien que cayó desde lo deportivo se encuentran los intereses del club, que estuvo a punto de abrochar una venta histórica. Por dicha operación, según los números que trascendieron, al club le iban a ingresar cerca de cuatro millones de dólares.
Con ese dinero el club iba a equilibrar sus finanzas, ya que la idea era cumplir con el remanente de la deuda histórica hacia la familias Malvicino y Vega, devolver algunos aportes hechos por el presidente, y también cumplimentar los requisitos que Conmebol demanda para que Unión pueda jugar de local en la Copa Sudamericana.
Es que para que el Tate pueda jugar en el 15 de Abril se deben cambiar las iluminarias, que demanda una gran inversión en dólares. Esto sin dudas traerá un dolor de cabeza para la dirigencia, que deberá agudizar el ingenio para cumplir con estos requisitos.
Por otra parte, ahora se deberá negociar con Soldano la renovación de su contrato, ya que vence en junio de 2019 y la FIFA le permite arreglar con otro club seis meses antes de finalizar el vínculo.
Ese plazo se cumpliría en diciembre, por lo cual el atacante estaría en condiciones de fichar como jugador libre a fin de año con otro club si es que no hay un acuerdo para un nuevo vínculo. En ese nuevo trato además se le deberá mejorar ostensiblemente el sueldo al jugador.