El volante fue el que más festejó en la edición 2018 de la Copa, pese a que su rol pasa por la contención. El repaso de sus conquistas.
Todavía quedan varios saldos y retazos de la eliminación de Colón ante Junior en los 8º de final de la Copa Sudamericana. Todavía se mastica bronca y se escucha algún que otro lamento, pero muchos hinchas entienden que se hizo un montón con lo que se pudo.
Queda quizás una amargura lógica por saber que la diferencia entre ambos equipos no era tanta y que, por esas cosas que tiene el fútbol, esta vez el destino no permitió que el Sabalero escalara un peldaño más en su rica historia. Por eso ya es momento de dar vuelta la página y enfocarse de lleno en la Superliga, donde los números son pobres y es imperioso comenzar a sumar para volver a los primeros planos y no hipotecar el promedio.
Así y todo, hay un detalle que muchos no tenían en cuenta respecto a lo que dejó la participación rojinegra en el ámbito internacional: tuvo como goleador a Matías Fritzer. Es mucho más factible que el que convierta sea un delantero, pero el equipo encontró respuesta en el volante de contención, que demostró que tiene mucho más recursos que solo recuperar la pelota.
Fueron dos los festejos. El primero y el más resonante lo hizo en el Morumbí en la victoria ante San Pablo de Brasil por 1-0, por el partido de ida de los 16º de final. Fue la noche en la que Colón hizo historia al ser el primer elenco argentino en ganarle allí al paulista por torneos internacionales. Encima, 5.000 almas estuvieron en un acompañamiento pocas veces visto.
Mientras que el restante lo marcó este jueves ante Junior con un formidable cabezazo en el segundo tiempo para darle el 1-0 y el empate transitorio en el cruce contra los colombianos. Después aparecen en la lista de anotadores Diego Vera (actualmente en Tigre) y Javier Correa, en el partido de ida ante Zamora de Venezuela.
Un artillero inesperado y que dejó en claro la tenacidad de ir al frente y animarse a todo.