En los últimos tiempos se vio que muchos clubes mojan el campo de juego antes y durante los partidos. ¿Cuál es la ventaja?
Una nueva metodología en el fútbol argentino es regar las canchas antes, durante y después de los partidos. Para muchos, es una forma de cuidar y preservar su condición, pero para otros, una acción para sacar ventaja o complicarle las cosas al rival.
En este deporte las mañas cumplen un papel preponderante y quizás, sin pensarlo, se generó algo que terminó haciéndose costumbre. La pregunta es, ¿qué cambia? o si ¿realmente funciona para sacar provecho? En el caso de Colón, si el objetivo era hacer que los rivales sientan el campo pesado y que se resbalen, lo consiguió con creces en el primer tiempo del partido de este jueves ante Junior de Colombia por la Copa Sudamericana, ya que varios se cayeron cuando tenían pleno control de la pelota.
El césped del Brigadier López fue regado antes y sustancialmente en el entretiempo a pedido de los ¿jugadores? En tiempos donde la velocidad y el traslado tomaron injerencia, podría pensarse que la idea era que el campo visitante esté más apto para ir en busca de la ventaja y dificultarle la salida. Sin embargo, después del gol de Matías Fritzler, que mandaba la definición a los penales, se dio una acción que terminó con las ilusiones del sabalero: resbalón de Gustavo Toledo y contragolpe mortífero de los colombianos, que alcanzaron el empate para liquidar la serie de octavos de final.
Está claro que esta es una mera apreciación, pero tampoco hay que ser obsecuente y darse cuenta que algo se intenta buscar con esta metodología. Es más, el entrenador de Unión, Leonardo Madelón, también dijo fechas atrás que la cancha se riega a pedido de los futbolistas, a quienes les gusta tener un reducto rápido y para una mejor circulación del balón.
El tema es cuando deja de haber ventaja y la cosa se da vuelta, como en este caso para Colón, que en una acción fortuita se quedó con las manos vacía. ¿Se habría caído Toledo si la cancha no hubiera estado mojada? Imposible saberlo, porque ahora con el resultado puesto es claro analizarlo. Pero quedó demostrado que muchas veces las mañas terminan costando caro.