En Rosario, Gladiadores, equipo conformado por internos y ex internos de establecimientos carcelarios de la Provincia, disputó su primer encuentro amistoso ante Old Resian.
Cumpliendo con lo programado en el marco de una iniciativa que merece el mejor de los reconocimientos, se concretó en la ciudad de Rosario el partido entre Old Resian y Gladiadores, en la cancha de piso sintético del Hipódromo de Rosario.
César Miño | cmino@ellitoral.com | Fundación Tercer Tiempo/El Ciudadano
Fue una destacable previa del lanzamiento del World Rugby U20 Championship 2019, certamen que justamente tendrá a esa flamante instalación como uno de sus escenarios principales.
Obviamente, más allá de su condición de amistoso, no fue un partido más: se trató de otra nítida muestra de inclusión gestada a través del rugby, lo que no hace más que enaltecer sus ancestrales valores.
Gladiadores es equipo gestado merced al programa de reinserción que desarrolla la Fundación Tercer Tiempo y que luego de tres años de paciente trabajo, logró concretar la primera jornada “extra muros”, merced a la autorización oficial pertinente.
La tarea denominada Rugby para la Reinserción, se realiza actualmente en poblaciones carcelarias, institutos de menores, escuelas, clubes y organizaciones sociales, transmitiendo a partir del deporte valores afianzados en la solidaridad, la disciplina, el sacrificio y el respeto.
El objetivo capital es lograr una adecuada reinserción social de los adolescentes, jóvenes y adultos que se encuentren en situación de vulnerabilidad social o en conflictividad con la ley penal.
Para el primer partido de su corta historia, Gladiadores contó con un equipo integrado por internos de las unidades Penitenciarias de Santa Fe y ex internos que continúan formando parte del programa, pese a que ya han recuperado la libertad.
Un poco de historia
En lo que respecta a Tercer Tiempo, es una fundación sin fines de lucro, que hace más de tres años desarrolla actividades en diferentes unidades penitenciarias y en el Instituto de Recuperación Adolescente de Rosario, con profesores, psicólogos y un dedicado acompañamiento en asistencia social logrando los primeros casos exitosos de reinserción.
Los profesores de rugby que concurren tuvieron iniciativa en Old Resian, pero luego se fue expandiendo a otras instituciones: a punto tal, que actualmente hay 30 voluntarios de Duendes, Universitario y Jockey Club de Rosario,. que entrenan a más de 220 internos.
Como no recordar que este tipo de experiencias cobró forma en la República Argentina, a través de la magnífica experiencia de “Rugby detrás de los muros”, iniciada por Espartanos en 2009. En marzo de ese año, el equipo inició la práctica de rugby en la Unidad Penal N° 48 de San Martín (provincia de Buenos Aires), con 10 jugadores y tan solo dos voluntarios.
Lógicamente, en Rosario sucedió algo similar: los comienzos fueron muy difíciles, pero con el correr del tiempo, la pelota ovalada comenzó a ser protagonista de avances notorios, tanto de parte de los internos, como también de los voluntarios.
El trabajo de la Fundación no termina cuando el interno recupera su libertad: allí comienza el programa “Nueva oportunidad”, en donde los ex internos continúan practicando rugby; pero además, poseen la oportunidad de aprender un oficio, tienen contención y pueden hacer una buena reinserción en la sociedad, tras haber cumplido sus respectivas condenas.
Para destacar…
El encuentro deportivo de tan especiales características, contó con la presencia de Leonardo Senatore, el experimentado tercera línea de Los Pumas y Jaguares, formado en Gimnasia y Esgrima de Rosario, que es padrino de Gladiadores.
Lógicamente, en el escenario deportivo del Parque Independencia también estuvieron familiares y amigos de los reclusos y ex reclusos, disfrutando de esta nueva oportunidad que el deporte otorga a sus vidas.
Por otra parte, vale consignar que ambos equipos concretaron en forma conjunta no solo la entrada en calor, sino también ejercicios específicos del juego, para dar paso posteriormente al partido.
Obviamente, la jornada contó con la supervisión de fuerzas de seguridad, elemento que por reglamento del Servicio Penitenciario de la Provincia de Santa Fe, resultaba indispensable para poder concretar tan destacable iniciativa.