Godoy Cruz es un caso atípico. Ordenado, meticuloso, tiene las cuentas al día, suele desprenderse de sus figuras, alcanza réditos económicos, consigue buenos resultados deportivos y apuesta a jóvenes entrenadores o auténticos desconocidos en nuestro medio, que rara vez permanecen más de una temporada. La Copa Libertadores se le ofrece, otra vez, en la próxima esquina, aunque su ambición será con un plantel joven, de la casa y con pocas figuras: Morro García se quedaría hasta junio y Angel González está en la puerta de salida. El conjunto mendocino es un ejemplo de constancia, proyectos, sentido de pertenencia y números en regla: un oasis en donde reflejarse, más allá de las piruetas sobre el césped.
Vende más de lo que compra. El plantel, de 32 profesionales, tiene un promedio de 22,6 años y el 75% pertenece a las divisiones menores. El promedio de edad de su último partido, un 1-1 con Independiente jugado el 8 de diciembre, fue de apenas 24 años: es uno de los tres más bajos de la Superliga. Suele llevar unas 15.000 personas al estadio Malvinas Argentinas, un salto cuantitativo, si se recuerdan tiempos pasados, a la sombra de otros grandes de Mendoza. En una reciente asamblea de socios, se presentó el balance general del último ejercicio, que dio un superávit de 62 millones de pesos. Es una de las entidades que no tiene deudas con la AFA. A partir de marzo, jugará la Copa Libertadores por cuarta vez en menos de 10 años.
Todo tiene un prólogo. A principios de 2001 se caía del mapa de la Primera B Nacional, tenía una deuda de 3 millones de pesos, 119 juicios y le habían cortado el agua: las boletas impagas se acumulaban. Primero, como gerenciador y luego, como presidente, José Mansur, transformó la escena. «En Godoy Cruz no se gasta más dinero del que entra. El día que traigamos un jugador de renombre, una figura fuera de nuestro alcance, que la gente se empiece a preocupar porque vamos a empezar a tener problemas económicos y financieros», rubrica el presidente desde 2013, pero con influencia en el club desde 2001.
En la cancha, primero se salvó del descenso, beneficiado por un electrizante 2 a 2 entre Platense y Racing de Córdoba, ambos equipos condenados. Después, se transformó. Cambió su fisonomía, convertido en una empresa en la gestión, y con una renovada pasión en la cancha. Las 14 temporadas en primera división -diez años en continuado- le permitieron ser el club con más hinchas de Mendoza. El único que participó en torneos internacionales. Copa Libertadores: 2011, 2012, 20017 y, ahora, 2019. Copa Sudamericana, 2011 y 2014. Es el primer club del interior en disputar las dos competencias en el mismo año. Y meses atrás alcanzó otro anhelo: superar sus mejores temporadas domésticas, el tercer puesto conseguido en el Clausura 2010 y el Clausura 2011. Fue subcampeón de la Superliga 2018, a dos puntos de Boca, el ganador, con Santiago García, el Morro, como goleador, con 17 tantos (cuatro más que Lautaro Martínez, de Racing, vendido a Inter en 25 millones de euros).
Marcelo Gómez, el nuevo entrenador, que sigue la misma línea: joven y audaz Crédito: Prensa Godoy Cruz
Los números a término y un implacable método empresario, tal vez, provocan un éxodo en tiempos recientes. Se fueron demasiados: el técnico Diego Dabove -a Argentinos, donde luchará por evitar el descenso-, Burián, Garro, Pol Fernández y, posiblemente, González, Angileri y Abecasis. Por ahora, el Morro se queda, más allá de las hipótesis de conflicto con el presidente. Godoy Cruz es una rueda mágica: siempre está comenzando, detrás de un mismo eje.
Marcelo Gómez, el Negro, es el nuevo DT. Apenas tuvo una experiencia como conductor de la reserva de Vélez. De 48 años, admirador del estilo de Gabriel Heinze -tuvieron un cortocircuito en Liniers antes de partir-, se inclina por el 4-3-3 y representa el último listón de una extensa nómina de apuestas arriesgadas, jóvenes por lo general. La lista de los últimos diez es inequívoca: antes de Gómez y Dabove, todos tuvieron procesos breves, detrás de una misma sintonía. Audaces, jóvenes y (algo) desconocidos.
Mauricio Larriera estuvo cuatro meses. El uruguayo había dirigido en Paraguay, Uruguay y Qatar. Lucas Bernardi estuvo siete meses; solo había dirigido antes a Newell’s y Arsenal. Sebastián Méndez trabajó una temporada, durante 2016; venía de dirigir en el ascenso, a Atlanta y Platense. Daniel Oldrá, el manager, de tanto en tanto, ocupaba la silla vacía. Hubo más: Gabriel Heinze, fue DT en Mendoza durante tres meses en 2015, en su primera experiencia. Hoy, a los 40, es la cara de Vélez, la revelación, y logró la vuelta a primera de Argentinos apenas un puñado de meses atrás.
La nómina, de adelante hacia atrás, se mantiene con rostros del mismo estilo. Carlos Mayor (suele ser una referencia en el ascenso), Jorge Almirón (cuando era un auténtico desconocido en nuestro medio), Martín Palermo y Omar Asad (en sus primeras pruebas como DT). Y hasta Diego Cocca aparece más atrás, allá por 2008. Etapas breves, generalmente exitosas y poco traumáticas.
El último gol de González, pretendido por Boca
Años atrás, supo contar con jóvenes figuras, como Carlos Sánchez, Enzo Pérez, Torito Rodríguez, Leandro Fernández, Villar, Nicolás Sánchez, Castellani, Ariel Rojas, Torrico, Nelson Ibáñez, Olmedo y el Mago Ramírez. Todos aportaron en la tesorería. Sin embargo, se cree que la refundación de Godoy Cruz tiene mes y año: mayo de 2009, cuando se decidió la venta de Leandro Caruso a Udinese, en 4.000.000 de euros. A partir de allí, se cambió el concepto del club de fútbol por una administración matizada de pasiones medidas.
El predio de Coquimbito, en el que se entrenan la primera y las inferiores, es un oasis en el interior. Tiene 14 canchas de fútbol, gimnasios, clínica médica, psicólogos, salas de reuniones. El proyecto es construir un hotel para la concentración. Y terminar su estadio, el Feliciano Gambarte, una cuenta pendiente (hoy para 12.000 personas), que duplicaría su infraestructura. En 2021 serán los festejos del centenario. La sede social está hecha a nuevo desde hace seis años. Cuenta con 14 deportes federados. Básquetbol, hockey sobre patines, handball y futsal son los más entusiastas.
Está quinto en la tabla de los promedios, solo superado por Boca, Racing, River y Defensa y Justicia, que tiene una idea similar en la incorporación de los DT. La política, desde las inferiores, es clara: el estilo es la audacia y el balón por el piso, desde la novena división. Todos juegan parecido. «En Europa preguntan por Godoy Cruz», suscribe Daniel Oldrá, el manager. Un caso fuera de lo común.
River y Boca, en 4 días
Habrá público millonario en el partido en Mendoza. Godoy Cruz volverá a la acción en la Superliga el viernes 25, a las 19, contra Lanús, pero inmediatamente tendrá dos desafíos mayúsculos y en continuado. El 30, a las 21, en Mendoza, jugará un partido postergado con River de la 13ª fecha; habrá público visitante. Y el domingo 3, a las 17, se enfrentará con Boca, en la Bombonera. Tiene 23 puntos, en zona de Copa Sudamericana.
Tres refuerzos
Godoy Cruz busca un zaguero, un volante y un delantero, lejos del mercado de figuras. Godoy Cruz integra el Grupo 3 de la Copa Libertadores, con Olimpia, Sporting Cristal y Universidad de Concepción (Chile).
Por: Ariel Ruya