El juvenil volante reconoció que «veníamos golpeados anímicamente», aunque dejó un mensaje esperanzador para los hinchas sabaleros
Mateo Hernández quiere ganarse un lugar en la consideración de este cuerpo técnico. Si bien tuvo una chance en los ciclos anteriores, el propio Lavallén lo utilizó por las bandas y nuevamente en cancha de Temperley apostó por el chico que jugó en Gimnasia de Ciudadela antes de llegar al barrio Centenario.
Fue uno de los pocos que se detuvo a dialogar con la prensa una vez finalizado el compromiso y en el inicio no dudó en considerar que «era importante para nosotros ganar hoy para sumar, venimos un poco golpeados anímicamente, por suerte se dio el resultado y vamos a salir adelante».
Y más adelante, el propio volante expresó que «siento que con el correr de los partidos me voy ganando la confianza del técnico, uno la necesita, así que me pone eso muy feliz, aunque más contento que hayamos ganado para pasar a una nueva fase de la Copa Argentina».
Cuando le preguntaron si era grave la lesión que lo obligó a abandonar el campo en el segundo tiempo, enfatizó que «físicamente estoy bien, el tema fue que jugué tres partidos en ocho días entre la Sudamericana, el partido de Reserva con Argentinos y nuevamente esta noche acá. Es muy lindo sumar minutos pero solamente fueron las molestias propias del cansancio».
En la parte final, como cada uno de los jugadores que son insultados, en este caso el joven opinó que «los insultos duelen porque sabemos que la gente quiere resultados, somos nosotros los primeros que queremos ganar y esperemos seguir por este camino, el grupo está muy bien, con personas bárbaras y trabajando para seguir adelante. Se hizo un buen partido, como también en Tigre jugamos un muy buen primer tiempo y después por cosas que pasan en el fútbol no pudimos ganar el partido».