Pulga hizo un balance de su primera experiencia en Colón y, tras reconocer que «no se hizo una buena Superliga», la idea es ir por todo en el semestre que viene.
Cuando se comunicó que Colón concretaba el arribo de Luis Rodríguez el mapa futbolístico se sacudió. Más que nada, por el peso específico del nombre. No solo por ser el emblema y la máxima figura de Atlético Tucumán, sino por estar catalogado como uno de los valores con mayor jerarquía en el país.
Tanto es así como los principales medios de Buenos Aires citaron como una de las principales transferencias de la temporada. Algunos dudan de su condición porque, pese a venir marcando muchos goles, su antecedente por el paso por Newell’s se tenía en cuenta. Pero desde el primer momento que se puso la camiseta pagó cada centavo y la confianza. Gol y asistencia en la victoria ante Argentinos Juniors.
Se fue ovacionado por los hinchas, que creen que actualmente es la gran figura del equipo. A Pulga le bastaron seis meses para meterse a la gente en el bolsillo. Ahora en un alto, donde está disfrutando de sus vacaciones, el delantero hizo un balance de su estadía en Santa Fe en diálogo con Radio Gol 96.7.
«La gente me pregunta más que nada cómo fue la adaptación. Las primeras sensaciones mías y de mi familia son muy lindas, porque nos gustó la ciudad y el club. Nos trataron muy bien. Gracias a Dios iniciamos con el pie derecho desde lo personal. Por ahí no nos fue bien en la Superliga y la Copa de la Superliga, pero alcanzamos dos objetivos importantes pasando a los octavos de final de la Copa Sudamericana y avanzando en la Copa Argentina. Así que esperamos más de nosotros a nivel local. Ahora tenemos que pensar en la pretemporada para erradicar las falencias», dijo.
Luego trazó un paralelo de cómo es Tucumán y Santa Fe: «Las ciudades se parecen mucho en la tranquilidad, pese a que Tucumán se puso en los últimos tiempos un poco peligrosa. En cuanto a los equipos, tanto Atlético como Colón son dos clubes parecidos, dos grandes del interior que están peleando para ser importantes en la Argentina. La gente como acompaña es algo que los asemeja».
También hizo un alto al referirse a los dirigentes: «Hay cosas que se hablan internamente y quedan ahí. El pensamiento es parecido de ambas partes. De pelear cosas importantes. «De salir campeón lo antes posibles y ser de los más grandes de la Argentina». Uno es medio nuevo y me encontré con una dirigencia que está abierta al diálogo y cerca de los jugadores. José (Vignatti) no tanto por sus cosas personales, pero está el resto de la comisión. Está todo ordenado y siempre al día. Hay que hacer un buen torneo ahora para ser campeón en alguna de las competencias».
«La presión la veo encaminada más en el día a día. Nosotros jugamos al fútbol y sentimos la presión de la gente. Es normal tener que rendir para estar a al altura. Más yo, que quiero ganar siempre y no me quiero perder ni un partido. En el último me abrí la cabeza a los segundos de iniciado el partido y el médico me dijo que debía y salir y no quise saber nada. Soy así. Si bien esto se juega por dinero, uno lo hace por la responsabilidad de querer ganar un partido. El día que no lo sienta así me quedaré en casa disfrutando de mis hijos», agregó.
Asimismo, destacó que vio en Colón un nuevo gran desafío: «Cuando tomé la decisión de irme de Atlético lo hice para demostrar que podía tener nuevas metas. Tuve un paso por Newell’s, donde no fue lo mejor, y dentro mío tenía esa sensación de poder hacer las cosas bien en otro lado. Cuando salió lo de Colón no lo dudé nunca. Muchas veces no dimensionamos el valor de las personas. El presidente (Mario Leito) salió a decir algunas cosas y preferí no responderle, porque lo mio no es la confrontación. Así que solo me encargo de ratificar la confianza que tuvieron en Colón para traerme».
También dejó un mensaje para los jóvenes: «Estamos en un fútbol donde todo es resultado. Hay que cuidar y ratificar cada día lo que uno consiguió, porque no es nada fácil. Llegar a Primera y ser profesional no es tan sencillo como se cree. Por eso está bueno estudiar también, porque después de retirarte te quedás sin nada. Y sino te toca progresar en el fútbol tenés un sostén para vivir después. Hay que tratar de formarse siempre».
En el final de la charla, trató de no analizar cómo será la vez que le toque ir al Monumental José Fierro jugando para Colón: «No lo imagino aún. Vamos a esperar al día que llegue. Después el clásico será un partido lindo, pero voy a defender los colores para ganar. Muchas veces pasa que no se juega lindo, pero lo importante es ganar. Por ahora en la calle me respetan y no tuve problemas con la gente. No soy tribunero ni de cargar. Será por eso quizás que no tengo problemas con los hinchas del otro bando».